Cómo ingresar un millón al año vendiendo ratones desde As Pontes
Xaraleira, una empresa gallega participada por la Xunta, se dedica a la cría de roedores y estudia ampliar su negocio al campo de los insectos
En la localidad coruñesa de As Pontes, lo que comenzó siendo una afición para José María Vilaboy, acabó convirtiéndose en un lucrativo negocio. De las instalaciones de Xaraleira, la empresa que creó junto a su mujer en 2003, salen al año un millón de roedores que tienen como destino las tiendas de mascotas o servir de alimento en zoos o centros de recuperación de fauna salvaje.
Los inicios, como explica Vilaboy, fueron complicados. Arrancaron con una pequeña nave que levantaron gracias a las ayudas del ICO y del ‘Plan Ferrol’, del Ministerio de Economía y Turismo. En la actualidad cuentan con más de 3.000 metros cuadrados de instalaciones en las que trabajan 12 personas, entre ellas dos veteriarios y un biólogo que se encargan del cuidado de los animales.
Desarrollo innovador
Xaraleira, que trabaja con mayoristas de mascotas, zoos, parques naturales y firmas como Kiwoco, una cadena con más de cien tiendas en España. Colocan sus productos en mercados como Reino Unido y Portugal, pero no vende a laboratorios. Esto ha provocado que la empresa tuviese que implementar sus propios métodos de cría, ya que el producto final no es el mismo. «Los ratones para alimentación no siguen las mismas pautas que los de laboratorio, y ese es nuestro ‘know how'», apunta Vilaboy.
Una de las últimas apuestas de la firma pontesa ha sido la creación de un kit didactico que ya ha obtenido varios reconocimientos para explicar a los jóvenes de manera práctica las leyes de Mendel. Distribuyen al año un centenar de unidades en centros escolares compuestas por una jaula con ratones cuyas crías permiten a los alumnos conocer las leyes básicas de la genética a través de la observación.
Planes de futuro
La compañía, en la que la Xunta de Galicia ostenta una participación del 27% a través de Xesgalicia, cerró 2016 con una facturación de 800.000 euros y un crecimiento del 22% respecto al año anterior. El margen en este producto, como señala el gerente, es enorme. Los precios de mercado van desde los siete céntimos que cuesta una cría de ratón para alimentación, a los 22 que puede llegar a valer un conejo con ‘pedigrí’.
Sus planes de futuro pasan por ampliar el negocio y duplicar la facturación en 2020, hasta situarse por encima de los 1,5 millones. Para ello, prevén poner en marcha una nueva línea de trabajo: la cría de insectos, también con una doble finalidad. Al igual que los roedores, una parte iría destinada a la alimentación animal, mientras que la otra se destinaría a la lucha biológica contra parásitos como la avispilla del castaño o el gorgojo del eucalipto, que tantos daños causan a la industria forestal gallega.