Comar y Luckia impulsan una nueva patronal del juego en Galicia
Los dos mayores grupos gallegos de juegos de azar crean Asejuga, la asociación "transversal" con la que pretenden aglutinar a todos los operadores del juego presencial en la comunidad
Comar y Luckia unen sus fuerzas. Los dos principales grupos de juegos de azar de Galicia se han aliado para crear la Asociación empresarial de juegos de azar de Galicia (Asejuga). Se trata de una organización que pretende ser «transversal» y aglutinar a todos los operadores del juego presencial en Galicia bajo una misma voz.
Ambas firmas aseguran que han decidido poner en marcha esta iniciativa «ante el vacío existente en Galicia de contar con una única asociación que integre a todos los empresarios de los distintos subsectores de esta actividad».
Esta asociación convivirá con otras ya existentes como la Asociación gallega de Empresas Operadoras (AGEO) y la Asociación de Bingos de Galicia (Abiga). En palabras de los presidentes de ambos grupos fundadores, José González (Luckia) y José Collazo (de Comar), «no se pretende sustituir a otras asociaciones que actualmente representan en Galicia, pero es necesario en este momento, en el que además se está tramitando una nueva Ley del juego, contar con una única voz que represente y defienda a todos».
La nueva Lei do Xogo, en el horno
«Por eso invitamos a todos los operadores de juego de Galicia a que se sumen», han señalado ambos empresarios, sin que por el momento hayan trascendido reacciones de las otras dos entidades asociativas de negocios de juegos de azar.
El nacimiento de esta asociación se produce mientras la Xunta de Galicia trabaja en la actualización del marco legislativo con la nueva Lei do Xogo. Los principales objetivos de esta nueva ley es regular el juego «responsable», incluyendo la «obligatoriedad de que todos los establecimientos de juego deban tener control de acceso para evitar la entrada menores y de las personas que figuran de forma voluntaria en el registro de prohibidos».
También se centra en la regulación de la publicidad, los derechos y deberes de las empresas del sector, crear un Observatorio gallego del juego, fijar que un porcentaje de los ingresos de las sanciones se destine a la prevención del juego patológico y a la asistencia a estas personas y establecer la distancia mínima de estos centros con respecto a los centros escolares.
La principal discrepancia que hay por ahora entre la Xunta y el sector del juego se debe a la posibilidad de limitar el número de establecimientos de este tipo en Galicia.