Comar pide auxilio ante el Covid: ERTE, ICO y rebaja de alquiler
El grupo del juego de José Collazo admite que recurrió a los ERTE, a un crédito ICO y a negociar rebajas en el alquiler para sobrevivir al Covid
Comar es, después de Luckia, el gran grupo gallego del sector del juego. El holding de José Collazo combina la actividad de promoción inmobiliaria, las concesiones, las gasolineras y los aparcamientos con nueve casinos en España, 18 salones de juego, ocho bingos, 600 máquinas de apuestas deportivas colocadas en hostelería y más de 2.500 máquinas recreativas instaladas.
Collazo es, con seguridad, uno de los empresarios más importantes de A Coruña en las últimas décadas, pues bajo su tutela están el Palacio de la Ópera, Palexco, el Casino Atlántico o Cantones Village, además de ser uno de los promotores de Marineda City. Sin embargo, esto no lo salva del golpe que ha infringido el coronavirus al área de negocio por la que es más conocido, el juego.
Aunque la compañía ha mantenido durante la pandemia la discreción de la que hace gala habitualmente, la memoria de una de las filiales del grupo, la que controla el Casino de Aranjuez y la sala adicional de Casino Gran Vía –probablemente el más importante de la empresa actualmente—desvela las estrecheces provocadas por el Covid en el grupo.
«Reducción drástica» de costes
Comar se refiere a los efectos de la pandemia como “un impacto muy significativo en multitud de negocios que han visto fuertemente reducida su actividad, teniendo que adoptar medidas tales como la suspensión total de sus operaciones (en algunos casos impuesto por las medidas preventivas de los gobiernos) y la elaboración de planes de continuidad de las mismas (suponiendo en muchos de los casos la obligación de teletrabajar)”. En esta línea, reconoce que “el importe neto de la cifra de negocios de los últimos seis meses se ha reducido en comparación con el ejercicio precedente y se encuentra también por debajo de los importes presupuestados”, como no podía ser de otra forma.
El grupo gallego recoge las medidas que ha llevado a cabo para hacer frente a esta situación de merma de ingresos, entre ellas todos los sospechosos habituales de esta pandemia. Comar reconoce que recurrió a los ERTEs; que le fue concedida una “financiación adicional” de 2,5 millones de euros por el Instituto de Crédito Oficial (ICO); y que procedió a renegociar contratos con proveedores, incluidos los precios de los alquileres, según menciona expresamente en el informe de gestión. Todo ello para “minimizar el impacto” del Covid-19 en el negocio a través de una “reducción drástica” de costes.
A los casinos de Aranjuez y Gran Vía, controlados por la sociedad Comar Inversiones Capital, les había ido muy bien en 2019, con unos beneficios de ocho millones que prácticamente duplicaron los 4,3 millones del ejercicio anterior.