CLH confía en que la venta de coches dispare el consumo de gasolina
La revisión de su plan estratégico prevé elevar a 860 millones de euros los beneficios acumulados entre 2012 y 2016, un 8,6% más que lo previsto hace dos años
Los accionistas, ya casi todos extranjeros, de la Compañía Logística de Hidrocarburos (CLH), la antigua Campsa, dedicada al almacenamiento transporte y distribución de combustible hidrocarburos y productos petrolíferos, están de enhorabuena con la modificación al alza de todos los inputs contemplados en el plan estratégico 2012-2016.
A pesar de dar por descontada una mayor penetración futura en el mercado de coches híbridos y eléctricos y, también, de sistemas alternativos de energía, la empresa presidida por el veterano José Luis López de Silanes –doce años en el cargo y otros dos más que le restan– se muestra convencida de que la mejora económica en España traerá como consecuencia una mayor demanda de productos petrolíferos, con la renovación del parque automovilístico y el aumento de los transportes de mercancías y del tráfico aéreo.
Mejoras en 2013 y 2014
La modificación al alza de los datos del plan estratégico viene provocada por cómo se ha comportado el consumo en 2013 y 2014, por encima de lo previsto en gasolinas y querósenos y ligeramente por debajo en el caso de gasóleos.
A partir de aquí, CLH maneja la previsión de que la demanda en España de productos petrolíferostendrá un crecimiento medio anual del 2,1% durante los próximos años, con una tasa similar respecto a las salidas de productos desde las instalaciones de CLH al mercado, lo que situará el volumen de salidas en 2018 por encima de los 43,8 millones de metros cúbicos.
Marzo, buen mes
Y la previsión lleva camino de, no solo lograrse, sino incluso quedarse corta. En marzo pasado, las salidas de productos petrolíferos desde las instalaciones de CLH alcanzaron los 3,1 millones de metros cúbicos, un 3,4% más que un año antes.
Por productos, las gasolinas crecieron un 1,5% y el gasóleo de automoción aumentó un 5,4%. En su conjunto, las salidas de los carburantes de automoción se elevaron un 4,6% y se situaron en 2,2 millones de metros cúbicos.
Oleoductos en el Reino Unido
En esa perspectiva optimista, CLH cuenta también con obtener los primeros resultados de su actividad internacional, con la reciente adquisición de GPSS (Government Pipeline and Storage System), la red de oleoductos más importante de Reino Unido, y la continuación del proyecto de construcción de infraestructuras logísticas en Omán.
El impacto de este mayor consumo de carburantes y de lo que aporte el negocio foráneo, CLH confía en elevar los beneficios acumulados entre 2012-2016 hasta los 860 millones de euros, un 8,6% más de lo que se preveía hace dos años. Y lo hará manteniendo un creciente nivel se ingresos de explotación hasta asentarse en los 700 millones de euros anuales en el último tercio de la década.
640 millones de inversión
También contempla la empresa de distribución petrolífera incrementar la inversión, de los iniciales 334 millones contemplados hace dos años, para el periodo 2012-2016, a los 500 millones manejados ahora. Y otros 139 millones entre 2017 y 2018.
Y todo sobre la base de una fuerte estabilidad accionarial, la que ha derivado de aquel Real Decreto Ley 6/2000, sobre Medidas Urgentes de Intensificación de la Competencia en mercados de Bienes y Servicios, que limitaba al 25% la participación de cada uno de los accionistas de CLH y que el capital conjunto de los accionistas con capacidad de refino en España no podía superar el 45%.
Estabilidad accionarial
De esa manera, tras los sucesivos movimientos corporativos acecidos, la titularidad de acciones de CLH en poder de empresas españolas se limita al 10% que mantiene Repsol y al 5% de Kutxabank. El 85% restante se lo reparten el sultanato de Omán y fondos estadounidenses, franceses, canadienses y luxemburgueses, con Ardian y Global Infraestructure acumulando el 30%, a partes iguales.
De momento, sigue en el accionariado de la distribuidora petrolífera el venezolano Juan Carlos Escotet, presidente del grupo Banesco, con el 5% que ostenta tras comprar Novagalicia al Estado español. Lo hará en el momento más oportuno del mercado para intentar obtener la cantidad más cercana posible a los 171 millones que, en enero de 2007, Caixanova pagó a China Aviation por ese porcentaje.