La BBC lo tiene claro: clamor entre los científicos contra la cría de pulpos de Nueva Pescanova
Una petición suscrita por más de cien científicos e impulsada por Compassion in World Farming (CIWF) tilda la cría del pulpo en cautividad de "cruel" y "éticamente injustificada"
El proyecto de Nueva Pescanova para criar pulpos en cautividad no convence a la comunidad científica. La plataforma internacional Compassion in World Farming (CIWF), de la que forman parte numerosos profesionales de la ciencia, ha iniciado una campaña global instando a varios Gobiernos, incluido el español, a que prohíban las granjas como la que plantea la pesquera gallega.
Según explica la doctora Elena Lara, directora de investigación de CIWF, en una entrevista con la BBC, los pulpos son animales «solitarios y muy inteligentes», por lo que «ponerlos en tanques estériles sin estimulación cognitiva es malo para ellos». En base a este argumento, Lara defiende que estos moluscos «no se adaptan bien a condiciones de cautividad», por lo que la planta de Nueva Pescanova y otros proyectos similares están «ética y ecológicamente injustificados».
Así, la organización se apoya en la opinión de «más de cien científicos» que se posicionan en contra de la planta acuícola que la empresa planea construir en Las Palmas de Gran Canaria y cuyo proyecto desarrolló el equipo que trabaja actualmente en el Pescanova Biomarine Center de O Grove (Pontevedra). La compañía, por su parte, todavía no ha facilitado datos acerca de las condiciones en las que se criará a los animales, como el tamaño de los tanques, el método de sacrificio y la alimentación específica que tendrán.
Contra la política sostenible de la UE
Uno de los argumentos que esgrime CIWF contra las «granjas de pulpos» es que son «incompatibles con las directrices estratégicas para el desarrollo sostenible de la acuicultura de la Unión Europea». Dichas directrices, según especifica la organización, instan a que la acuicultura «deje de depender de la harina y del aceite de pescado que se fabrican a partir de peces salvajes» y, además, hacen hincapié en la necesidad de que la acuicultura de la Unión «se diversifique» introduciendo especies que no necesiten ninguno de los dos elementos citados.
En adición a esto, desde la plataforma sostienen que los moluscos están «desprotegidos» ya que no existe legislación a nivel europea ni nacional que regule el bienestar de los pulpos ni las prácticas de la cría intensiva. Es por ello que consideran «totalmente irresponsable que los legisladores permitan que los planes sobre la cría de pulpo se sigan desarrollando sin que exista una legislación adecuada para ello».
Por último, CIWF concluye que estos animales, a los que «es muy fácil dañar» y sobre los que «apenas se conocen sus complejas necesidades en materia de bienestar», estarían expuestos a una muerte cruel ya que no existe por el momento ningún método científicamente validado para el sacrificio sin crueldad de pulpos. Según la organización, los procedimientos conocidos incluyen «apalear sus cabezas, seccionar sus cerebros, asfixiarlos en una red o congelarlos en hielo», y ninguno de ellos se ha aprobado científicamente como humanitario, sin sufrimiento e indoloro.
El proyecto de Nueva Pescanova
Nueva Pescanova invertirá 65 millones de euros en la creación de la primera planta de cría de pulpos, ubicada en Las Palmas. Tendrá una extensión de 52.000 metros cuadrados y se localizará en el dique de La Esfinge. El presidente de la Autoridad Portuaria canaria, Luis Ibarra, recibió el proyecto con los brazos abiertos y explicó que la de la compañía gallega será «la mayor inversión privada de la historia del muelle de La Luz».