Los vaivenes del IBEX son caprichosos. Si no, que se lo digan a CIE Automotive, la compañía que había protagonizado una de las mayores subidas en bolsa –acumula una subida superior al 500% desde su rally de mediados de 2013– hasta aterrizar en el selectivo español. El grupo empresarial con sede el Bilbao se ha dejado 1.225 millones (el 27,3% de su valor) en el parqué en nueve días, pasando de 34,78 euros por acción a 25,28 .
Su ingreso en el IBEX llegó el 18 de junio, cuando la empresa presidida por Jesús María Herrera sustituyó a Abertis, que dejó su puesto vacante por la OPA conjunta lanzada desde ACS y Atlantia. Uno de los motivos principales para entrar en el selecto club de las 35 cotizadas fue su alto volumen de negociación, ya que se acostumbra a recoger a los valores más líquidos de la bolsa española.
Pero ese mismo motivo fue el que le llevó a debutar con pérdidas. Así lo explica el analista independiente Diego Gutiérrez, que apunta que durante los 3 días previos a entrar en el IBEX, entre el 12 y el 15 de junio, «se produjo un volumen de negociación muy elevado». Movía diariamente más capital que Meliá, Indra o Viscofan.
Es por eso que, según añade Gutierrez, «la acción entró cara» –llegó a marca máximos históricos en 36,30 euros–, lo que le llevó a ser farolillo rojo y protagonizar uno de los peores debuts de la historia. Se colocó así al lado de otras como Grifols, OHL e Iberdrola (2008), Ebro y Amadeus (2010), IAG (2011), Abengoa (2014), Viscofan (2013) y Merlin (2015).
Pero, ¿cómo han podido llegar las correcciones? “Lo más probable es que los minoristas siguieron comprando durante jornadas posteriores –la acción venía de subidas muy verticales–, pero los grandes –aquellos que sí tienen capacidad de empujar hacia arriba o abajo el precio– deshicieron sus posiciones”, afirma el analista.
Trump da la puntilla
Otros expertos como Marc Rubio, de Blackbird Brokers, cree que no hay que perder de vista que la llegada de CIE Automotive coincidió con el anuncio de Donald Trump sobre los aranceles de Estados Unidos –segundo mercado de la compañía– a los automóviles europeos.
La amenaza, que para más inri vino acompañada por el profit warning de un socio estratégico como Daimler, golpeó a más compañías del sector. Como prueba, Gestamp, que lleva una caída del 8,6% en las últimas cinco sesiones, pasando de 7,03 euros por acción a 6,42 euros.
Y aunque no ve riesgos a corto plazo en CIE Automotive, Rubio sí observa que “es una empresa fundamentalmente cíclica”, por lo que su recomendación es fijar posiciones en corto para aprovecharse y anticiparse así a las caídas.
Desde Renta 4, Ana Gómez matiza que por el mero hecho de ingresar en el IBEX no se producen correcciones tan severas, sino que se inclina también por la sobrevaloración que había experimentado (42% interanual) antes de saltar al selectivo. «Tenía unas valoraciones más exigentes», afirma Gómez, que considera que es muy probable que siga cayendo hasta que se ajuste a su valor real.