Chips fotónicos, la alternativa del Gobierno para la crisis de los semiconductores

El 24 de mayo de 2022, el Consejo de Ministros aprobó el PERTE de los semiconductores, el programa de ayudas para canalizar fondos europeos que tenía como objetivo estrella la implantación de una planta de microchips en España. Casi un año después, el Ejecutivo asegura prosiguen las conversiones con tecnológicas estadounidenses, la mayoría para instalar «una o dos» fábricas de microchips.

El Gobierno contempla una inversión pública hasta 2027 de 12.500 millones de euros, de los que 9.300 millones se prevén destinar a estas plantas, aunque el proceso para llegar hasta ahí es  «complejo», según reconoce el comisionado del PERTE de los Microchips, Jaime Martorell. Los 9.300 millones de euros públicos reservados para la fábrica podrían generar entre un «50 o 60 %» de inversión adicional privada. Actualmente existen conversaciones con más de media docena de empresas, según precisa.

La falta de semiconductores está provocando continuas paradas en las factorías de España y medio mundo, incluyendo la de Stellantis en Vigo.

Menos candidatos

Martorell reconoce que el hecho de que en EEUU se haya aprobado una ley de chips ha conllevado una disminución del número de candidatos susceptibles de instalar una planta de estas características en España, pero «sigue habiéndolos». Mientras prosiguen los contactos con estas grandes tecnológicas, el Gobierno está pendiente de “proyectos muy interesantes y novedosos” que se están realizando en España en el ámbito de la fotónica, una tecnología que se adapta “mucho más a las industrias europeas, especialmente a la del automóvil”.

Para este tipo de proyectos, se destinará financiación tanto para la parte de I+D, como para la de fabricación, avanza sin querer detallar más al respecto. Confirma, en todo caso, que ya está decidido donde se ubicará la planta y que las conversaciones están «avanzadas» para la instalación de la primera planta de chips fotónicos, que funcionan con luz en lugar de con electricidad. La idea es que empiece a operar en una fase piloto y a producir de forma comercial en tres años.

Los chips fotónicos

En España, de momento no funcionan plantas de este tipo, aunque la investigación está «muy avanzada» y, en caso de cerrarse el acuerdo, supondría respaldar a una de las plantas más pioneras en Europa. Martorell está convencido del potencial de los chips fotónicos, hasta el punto de que cree que alguna de las aplicaciones que se están solucionando con los semiconductores tradicionales, migrarán a los fotónicos y cuánticos.