Celta pacta con Central Lechera Asturiana y se hace con Iberleche, proveedora de Carrefour y El Corte Inglés

La alianza para distribuir leche de marca blanca a las grandes cadenas de supermercados queda desvirtuada con la salida de Capsa y después de que en 2019 también abandonara la empresa Clun, el grupo de Feiraco

Planta de Leche Celta en Pontedeume durante una visita del Conselleiro de Medio Rural / Xunta

Planta de Leche Celta en Pontedeume durante una visita del Conselleiro de Medio Rural / Xunta

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Fin de ciclo para Iberleche, la alianza entre Leche Celta y Corporación Alimentaria Peñasanta (Capsa) para producir leche de marca blanca para los grandes grupos de distribución. La filial gallega del grupo portugués Lactogal se quedará la empresa, después de que Capsa, la dueña de Central Lechera Asturiana, decidiera abandonar el proyecto. La operación se materializó hace unos meses y está escriturada en el Registro Mercantil, pasando Leche Celta a ser el socio único de Iberleche y recuperando el control total de la sociedad.

Capsa, el mayor operador español del sector, entró en 2015 mediante una ampliación de capital en la que aportó contratos de suministro y derechos de uso de sus marcas de distribuidor. La alianza aspiraba entonces a ganar músculo frente a grandes competidores como Lactalis (Puleva, Ram, El Ventero…) y ganar o ampliar contratos con las grandes cadenas de supermercados, hasta liderar el suministro de marca blanca a la gran distribución. Iberleche se convirtió en proveedor de Carrefour o El Corte Inglés, entre otros grupos. Previsiblemente, Celta continuará suministrando a Carrefour y Capsa al grupo de grandes almacenes, según apuntan fuentes del sector, aunque las empresas no han aclarado los detalles de la operación. También abasteció a DIA, Gadis, Froiz o Aldi.

En el ejercicio de 2021, Iberleche facturó 184,8 millones, una cifra de negocio similar a la de Leche Río, y obtuvo unos discretos beneficios de 148.000 euros. Aunque el grueso de los ingresos proceden de la venta de leche líquida, también factura por preparados lácteos y, en menor medida, queso y postres.

Adiós de Clun y Capsa y vuelta al punto de partida

La salida de Capsa, que controlaba el 34% del capital, deja el control de Iberleche en manos de Leche Celta, propiedad del grupo luso Lactogal. Vuelve así al punto de partida, pues la sociedad fue creada en 2005 como una filial de la empresa gallega, aunque no comenzaría a operar como una productora integrada de marca de distribución hasta 2015, con la llegada del dueño de Central Lechera Asturiana.

En los ocho de trayectoria se sumó al proyecto Clun, el grupo de cooperativas en el que se integra Feiraco. La empresa gallega se hizo con un 13,84% del capital en 2017 con la misma fórmula que Capsa, con aportación de derechos de uso de sus marcas y de contratos de suministro. Abandonó la aventura apenas dos años después al no ver colmadas sus expectativas de crecimiento. Ya entonces Iberleche facturaba en torno a 200 millones.

Ahora, con Clun y Capsa fuera, Celta decidirá qué hacer con Iberleche una vez rota la alianza, pues el objetivo de concentrar negocios para ganar competitividad y mercado ha quedado desvirtuado.

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