Celsa esgrime unos ingresos récord ante la banca y los fondos tras los impagos de deuda
El grupo con planta en A Coruña prevé alcanzar los 5.200 millones de facturación este año, lo que sería su récord histórico, mientras espera la ayuda de la Sepi
Celsa Group, el grupo siderúrgico que gestiona la antigua planta de Manuel Añón en A Laracha (A Coruña), prevé cerrar 2021 con su récord histórico de facturación. La compañía estima que alcanzará los 5.200 millones de ingresos, casi 2.000 millones más que la cifra de negocio de 2020, un ejercicio marcado por la crisis sanitaria.
Precisamente, el presidente ejecutivo de la compañía, Francesc Rubiralta Rubió, atribuye al impacto del Covid-19 la ayuda solicitada a la Sepi en declaraciones a Expansión. El directivo señala que la pandemia provocó una “pérdida de solvencia” que hace necesario este apoyo financiero, aunque no desvela la cuantía, que podría superar los 600 millones.
«Seguimos a la espera de lo que diga la Sepi, pero quizás nuestra situación actual les permite dedicarse a otras empresas que puedan estar más necesitadas”, dijo Rubiralta a Expansión.
Impago de la deuda
Aunque el grupo prevé duplicar el ebitda este año, alcanzando los 600 millones, arrastra impagos de vencimientos de deuda. En mayo de 2020, tras el primer estado de alarma, Celsa dejó de abonar los pagos de la deuda a fondos y banca acreedora.
«El contrato de financiación está superado por las circunstancias, ha quedado desfasado por el Covid”, señala el presidente ejecutivo del grupo, que hace poco, en 2017, pactó una refinanciación de la deuda.
Las claves del récord
Según expuso el directivo, la progresión de los ingresos, que superarán holgadamente los previos a la pandemia, tiene tres claves: las políticas expansivas de la reactivación económica, el frenazo de China en los incentivos a las exportaciones siderúrgicas y la prórroga de las medidas de salvaguarda de la UE frente al acero procedente de Rusia.