Celsa dice a la plantilla que está en una situación crítica y peligra la viabilidad del grupo

Los trabajadores de la fábrica de A Coruña paran la actividad y se movilizan frente al Deutsche Bank para exigir un acuerdo con los fondos que desbloquee la ayuda de 550 millones del Gobierno; paros también en Cantabria, País Vasco y Cataluña

Protesta de los trabajadores de Celsa frente a la sede de Deutsche Bank en A Coruña

Protesta de los trabajadores de Celsa frente a la sede de Deutsche Bank en A Coruña

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La dirección de Grupo Celsa ha trasladado a los trabajadores de sus fábricas en España que está en una situación crítica y que peligra la viabilidad de la compañía si no consigue llegar a un acuerdo con los fondos de inversión acreedores y desbloquear la ayuda de 550 millones que le otorgó el Gobierno. El fondo de apoyo a la solvencia de empresas estratégicas que maneja la Sepi otorgó la financiación al grupo de la familia Rubiralta condicionada a un acuerdo con los acreedores —Goldman Sachs, Deutsche Bank, Cross Ocean, Sculptor, SVP o Attestor, entre otros– para rebajar la deuda, que asciende actualmente a 2.800 millones.

Este jueves, dijo la compañía a los trabajadores, las negociaciones «saltaron por los aires», y aunque continúan intercambiando propuestas, el acuerdo entre las partes está todavía muy lejos. La situación no solo compromete las inversiones programadas para la planta de A Laracha, sino que puede llevar al grupo a la quiebra. Fuentes del comité de la factoría coruñesa, que forma parte de la división Celsa Atlantic, explican que la compañía llegó con una elevada deuda a la pandemia y que el parón económico agravó la situación, motivo por el que solicitaron el rescate de la Sepi.

«Tanto a nivel de ebitda como de cifra de ingresos las plantas van muy bien«, pero necesitan liquidez «debido al parón del Covid», apuntan en CCOO. Los trabajadores de la factoría gallega, que en su momento vendió Manuel Añón a Francisco Rubiralta, se movilizan este viernes frente a la sede de Deutsche Bank en A Coruña para exigir un acuerdo que garantice la viabilidad del grupo. En A Laracha trabajan 134 operarios.

Movilizaciones en cuatro comunidades

Las plantas con mayor volumen de negocio, básicamente las acerías y laminadoras de Galicia, Cantabria, País Vasco y Cataluña, también han parado esta jornada. «La compañía, a petición de los comité de empresa, han cesado actividad en las plantas afectadas para que las compañeras y compañeros se puedan adherir y manifestarse», dijo CCOO en un comunicado.

La incertidumbre alrededor de Celsa amenaza con otro golpe a la industria gallega después del parón de Alcoa y la caída de Alu Ibérica.

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