Cataluña abre la puerta a la eólica marina de Bluefloat, con proyecto millonario en Galicia

Sener y Bluefloat, que proyectan en A Coruña un parque de 1.200 MW y 80 turbinas, también plantea una infraestructura offshore en Girona, que llegaría a 500 MW en primera fase

Parque eólico marino

Imagen de archivo del parque eólico marino situado en Viana do Castelo

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Cataluña le abre la puerta a la eólica marina mientras en Galicia el sector pesquero se mantiene en pie de guerra ante el impacto que, aseguran, tendrán estas construcciones en su negocio. La responsable de Acción Climática del gobierno catalán, Teresa Jordà, indicó este martes, en el marco de una visita a Dinamarca, que la comunidad necesitará contar con más “1.000 megavatios de eólica marina instalada en el año 2030”. Así, ha dejado claro que es «necesario» en los próximos ejercicios un parque frente a las costas catalanas.

Estas declaraciones dan alas a la alianza empresarial entre Bluefloat y Sener, que tiene en tramitación ante el Ministerio para la Transición Ecológica de Teresa Ribera el macroproyecto del parque offshore Tramuntana. Planteado en dos fases frente a las costas del Empordá, en Girona, la idea final es alcanzar los 1.000 megavatios de potencia.

De Girona a A Coruña

Para la primera fase, ambas firmas, especializadas en proyectos offshore, prevén conseguir una producción energética de 500 MW. La ubicación media de la infraestructura estará, de llevarse a cabo en los términos planteados, a 24 kilómetros de la Bahía de Roses. Los promotores aseguran que podría generar “el 45% de la demanda eléctrica actual de toda la provincia de Girona”.

El desarrollo catalán se mira con lupa desde Galicia. Y es que esta joint venture empresarial también inició recientemente la tramitación ambiental de otro proyecto, en este caso frente a la costa ártabra coruñesa. De momento, pasa por ser el mayor planteamiento de eólica marina presentado en España. También en dos fases, alcanzaría los 1.200 megavatios de potencia y contaría con 80 turbinas y dos subestaciones flotantes a unos 30 km de tierra. Aunque en su documento inicial presenta distintas alternativas de ubicación del parque (siempre en la misma zona de las Rías Altas), la idea de los promotores es aprovechar su enganche a la red eléctrica a través de la subestación de Sabón, en el municipio coruñés de Arteixo. El ayuntamiento ya ha adelantado que presentará alegaciones, lo mismo que el sector pesquero.

Zona en la que se proyecta el parque eólico marino Nordés

En su anuncio de este martes, la consejera catalana no se refirió en ningún momento al proyecto de Bluefloat, aunque insistió en que un parque offshore solo podrá avanzar con un “impacto ambiental asumible y si se adoptan las medidas correctoras pertinentes” para proteger los caladeros. Jordà también recordó que las tramitaciones de más de 50 MW son de competencia estatal. Así, pide al Ejecutivo central que, a la hora de tramitar los Planes de Ordenación del Espacio Marítimo, los POEM que definirán las áreas en las que puede implantarse un parque de eólica marina, “se incorporen criterios de consenso y diálogo territorial en la tramitación del proyecto”.

Apoyo parlamentario

Hay que tener en cuenta que, además, el pasado enero, la mayoría de la Comisión de Acción Climática del Parlament mostró su apoyo al proyecto. Hasta cinco de los siete grupos con representación votaron en contra de una propuesta de resolución de la CUP que pedía que el Gobierno autonómico trasladase al Ministerio para la Transición Ecológica la oposición al proyecto Tramuntana.

Por otro lado está previsto que este viernes se presente en Barcelona la Prospectiva Energética de Cataluña 2050, que expone esa necesidad de contar con 1.000 MW de eólica marina en 2030 y 3.500 en 2050.

No es la primera vez que los sectores implicados en la eólica marina en Galicia indican que siguen con atención las manifestaciones que se producen tanto en otras comunidades como en el Gobierno central. De momento, la Xunta de Alberto Núñez Feijóo no ha hecho ninguna valoración sobre el proyecto de las Rías Altas. El Gobierno gallego sostiene que el ministerio no debería comenzar ninguna tramitaciónm ya que los POEM siguen sin estar aprobados. De hecho, por esta razón, llegó a presentar alegaciones a los proyectos de los dos parques eólicos marinos que Iberdrola también quiere poner en marcha en la comunidad, el de San Brandán y el de San Cibrao. Ambos rozarían los 1.000 megavatios.

Observatorio de la eólica marina

La Xunta insiste en la necesidad de conciliar el sector de la eólica offshore con el marítimo pesquero. Como punto de encuentro, el año pasado puso en marcha el Observatorio de la Eólica Marina, en donde están representados todos los actores de este proceso.

Este miércoles anunció que acaba de poner en marcha un tercer grupo de trabajo dentro de este organismo que se centrará en medir “el impacto social que pude suponer la implatación de parques eólicos marinos en la costa gallega”.

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