Castrosua, Urovesa y Little Cars: una pica gallega en el nuevo PERTE del coche eléctrico
La compañías participan en el proyecto tractor SoNNMESyC, promovido por Incotec y liderado por el grupo SAPA, que aspira a recibir un total de 32,8 millones de euros del PERTE, 22,5 en ayudas y 10,3 en préstamos
Las empresas gallegas Castrosua, Urovesa y Little Cars forman parte del proyecto tractor SoNNMESyC, promovido por Incotec y liderado por el grupo SAPA, que se lanza en el marco del Programa de ayudas a la cadena de valor de la nueva convocatoria del PERTE de Vehículo Eléctrico y Conectado.
La iniciativa recibirá un total de 32,8 millones de euros de la línea de actuación integral para el desarrollo y la fabricación del PERTE, de los que 22,5 millones son ayudas y 10,3 préstamos.
El objetivo del proyecto es transformar la movilidad en el transporte de mercancías y pasajeros, abordando la electrificación de autobuses, vehículos semipesados para usos especiales, y vehículos ligeros, motocicletas y para reparto de última milla.
Actuaciones en toda la cadena de valor
La propuesta se centra en iniciativas que abarcan toda la cadena de valor del vehículo eléctrico y conectado, desde la fabricación de baterías hasta el tren de potencia y otros sistemas como la recarga inteligente, la automatización de procesos de fabricación y la realidad aumentada.
Para alcanzar estas metas, explican, el proyecto incluye actuaciones en los ejes de la circularidad de las materias primas, la electrificación de vehículos y la conectividad.
En el proyecto participan 21 empresas del sector presentes en la cadena de valor de la industria de la automoción de ocho comunidades autónomas. Se prevé una inversión próxima a los 64 millones de euros con la creación de 600 empleos directos y 2.000 indirectos.
La Xunta de Galicia ha participado este miércoles en el acto inaugural del proyecto donde ha defendido que, de cara al próximo reparto de ayudas del PERTE Vec, los principales fabricantes de España (incluido Stellantis), «puedan encontrar una respuesta a sus planes de futuro». En el caso concreto de la planta de Vigo, «está en juego su competitividad y abaratar los costes de fabricación de vehículos».