Caso Stellantis: Macron critica el sueldo de Tavares y pide que Europa fije topes
El presidente de Francia considera “excesiva” y “chocante” la remuneración del consejero delegado de Stelantis, que superó los 19 millones
El sueldo galáctico de Carlos Tavares, consejero delegado de Stellantis, ha desatado una tormenta política. En medio de las elecciones francesas, que ahora avanzan a la segunda vuelta, Emmanuel Macron ha reaccionado a la remuneración de 19,1 millones percibida por el directivo y ha pedido un tope salarial europeo para evitar que pueda volver a repetirse.
El presidente francés, que medirá sus fuerzas con la extrema derecha de Marine Le Pen, consideró “chocante” y “excesiva” la retribución de Tavares y pidió que a nivel europeo se fije un techo» y se regule lo que pueden recibir los grandes ejecutivos. «Si no, la sociedad explota», subrayó.
Remuneración «abusiva»
Macron insistió en que esta cuestión hay que abordarla en la Unión Europea (UE) porque el Estado francés «no es accionista» de Stellantis de forma directa, y además la empresa tiene su sede social en los Países Bajos, aunque su sede operativa está repartida entre Francia, Italia y Estados Unidos. El objetivo sería así evitar que haya «remuneraciones abusivas» y para eso su propuesta es «poner techos» y una gobernanza de las compañías «aceptable».
Preguntado sobre la idea de limitar la remuneración máxima dentro de una empresa a 20 veces lo que cobra el trabajador con el sueldo más bajo, respondió que en principio está «en favor de la libertad de las empresas» pero en el caso de Tavares «estamos en niveles astronómicos».
Reparto de beneficios entre la plantilla
Más allá de la acción europea para limitar esas remuneraciones, Macron explicó su intención de que en Francia sea obligatorio que cuando una empresa reparte dividendos a los accionistas tenga que compartir sus beneficios con los trabajadores, sea en forma del dispositivo conocido como «interés» o con una prima.
La ultraderechista Marine Le Pen también consideró “chocante” la remuneración de Tavares y llamó a corregir esta situación mediante la entrada de los trabajadores en el capital de las empresas como accionistas.
Rechazo accionarial
Los accionistas del grupo automovilístico reprobaron en la junta del pasado miércoles, por un 52,1 %, los 19,1 millones de remuneración de Tavares, pero de acuerdo con la normativa neerlandesa, ese voto es únicamente consultivo, de forma que no tendrá efecto, al menos no este año.
Ante las numerosas reacciones que generó, Stellantis anunció que tendrá en cuenta ese voto negativo de cara a su informe de remuneraciones de los directivos de 2022, pero sin precisar si eso significa que habrá una moderación.
Stellantis tuvo en 2021 un beneficio récord de 13.354 millones de euros y eso pesó de forma significativa en el cálculo de los pagos a Tavares.
Su remuneración integra 1,99 millones de euros de salario de base, pero sobre todo 7,52 millones en incentivo por objetivos de corto plazo, 5,57 millones por otro incentivo de largo plazo, 2,38 millones como provisión para la jubilación y 1,7 millones como compensación por la realización de la fusión de PSA con Fiat-Chrysler, que se materializó en enero de 2021.
A partir de los resultados del pasado año, la compañía decidió repartir 1.900 millones de euros de sus beneficios en primas a sus empleados de todo el mundo (tiene una plantilla de 281.000 personas), una cantidad que los sindicatos consideran insuficiente comparada con los 3.300 millones de dividendos para los accionistas.