Carpetazo del Igape a la austeridad
El presupuesto del Igape se eleva casi un 20% y se disparan los préstamos a empresas a través de Xesgalicia
Juan Cividanes, exdirector del Igape
La contención que impuso el Gobierno de Núñez Feijóo durante toda la etapa de recesión económica y que llegó incluso a dejar en blanco a algunos de los fondos de capital riesgo que gestiona Xesgalicia han dado paso a una fase expansiva que, sin demasiadas alegrías, ha engrosado los presupuestos de las herramientas claves de la Xunta para impulsar la competitividad empresarial.
En esta categoría está el Igape, que el próximo año elevará sus números hasta los 116 millones, casi un 20% más que el presupuesto de 97 millones de este curso. En las cuentas previstas para 2018, la partida de ayudas a la inversión empresarial se sitúa en los 11,3 millones, frente a los 6,6 millones de este ejercicio; los fondos de apoyo a emprendedores crecen un millón de euros, hasta los 5,5 millones; y la asignación a la mejora de la productividad es más del doble, pasando de los 3,8 millones a 8,1 millones. Lo mismo ocurre con las ayudas a la internacionalización, que se sitúan en los 8,3 millones (3,5 millones en 2017).
Menos inversiones reales, más capital riesgo
El incremento del presupuesto consolida el camino iniciado en el presente curso, cuando crecieron las inversiones reales y abrió el grifo Xesgalicia, los fondos de capital riesgo de la Xunta que actúan impulsando a empresas mediante préstamos participativos o tomando directamente una parte del capital. Sin embargo, las inversiones reales disminuirán en 2018, pasando de 17,3 millones a 10,3 millones, según las previsiones de San Caetano.
La Axenda de Competitividade Industria 4.0 y el programa Re-Acciona (programa de mejora de la competitividad empresarial destinado a pymes) están entre las líneas que incrementan su presupuesto para inversiones, con 1,6 millones la primera y 2 millones la segunda.
Sodiga, el principal fondo de capital riesgo de Xesgalicia, ha elevado sustancialmente su colaboración con empresas. Si las previsiones no fallan, cerrará este curso con un inmovilizado financiero de 8,4 millones, entre las participaciones en capital de empresas y los préstamos participativos otorgados. Para 2018 se reservan otros cinco millones, tres millones para la participación en empresas y otros dos millones para la concesión de crédito.
