Capital Energy y Cobra, como Ferrovial: fabricarán sus parques eólicos marinos en Galicia
Los de Rafael del Pino y la antigua compañía de ACS proyectan la construcción de plantas de componentes offshore en Langosteira pero, además, miran a la comunidad como polo de fabricación incluso en los proyectos de parques planteados en otros puntos de España
La carrera por la eólica marina aún no ha arrancado de forma efectiva en España. El Ministerio para la Transición Ecológica ha dado luz verde a los POEM, los Planes de Ordenación del Espacio Marítimo que definen las zonas del litoral en donde será posible la instalación de parques offshore. Este es paso previo imprescindible para, en un futuro, poder llevar a cabo la subasta de espacios y de megavatios. Desde el sector creen que esta etapa podría alcanzarse hacia finales de año, aunque resta por saber si influirá o no el recurso recientemente aceptado a trámite por el Supremo presentado por la Plataforma en Defensa de la Pesca y de los Ecosistemas Marinas.
Así, a la espera de que ver cómo se desarrolla la tramitación de los proyectos de parques offshore presentados ante el Gobierno central, los documentos iniciales llevados ante los de Teresa Ribera por los grandes promotores evidencian un hecho: Galicia toma posiciones para convertirse en un polo industrial ligado a la eólica marina. A pesar de la oposición de gran parte del sector pesquero, que teme el impacto que estas construcciones tendrán en su actividad, la comunidad gallega es la que, hasta el momento, acumula más propuestas por parte de las grandes empresas constructoras. Y no solo eso, muchas de ellas apuntan a la comunidad en general y a Navantia en particular como zona de fabricación de sus plataformas flotantes. Incluso en el caso de parques que no están planteados en aguas de la comunidad.
Ferrovial
Lo deja claro Ferrovial, sin ir más lejos, en el proyecto inicial presentado ante Transición Ecológica para desarrollar en Cataluña, en el Golfo de Roses, un parque de 34 molinos y 510 megavatios de potencia. En la documentación, la compañía de Rafael del Pino indica, en cuanto a la zona de fabricación del parque, que “actualmente, Galicia cuenta con infraestructura suficiente para abordar la construcción de parte de los elementos que componen un parque eólico marino, aunque también se podrán considerar otras zonas más cercanas al proyecto (zona de Cataluña), en el caso de que en los próximos años se hayan desarrollado áreas especiales para la fabricación de este tipo de infraestructuras”.
Además de en Galicia y Cataluña, la multinacional también ha presentado proyectos con los que opta a desarrollar parques eólicos marinos en Andalucía y las Canarias. En el caso, por ejemplo, del proyecto inicial para levantar un parque offshore en la costa lucense, entre O Vicedo y Cervo, de cerca de 500 MW, la firma destaca “la experiencia de la comunidad en la industria de la eólica marina, puesto que Galicia ha demostrado ser una referencia tanto a nivel nacional como internacional en fabricación de grandes infraestructuras para la instalación de aerogeneradores marinos”.
A la hora de medir el interés de Ferrovial por la comunidad gallega en relación a sus proyectos de eólica marina, hay que tener en cuenta que, a parte de valorarla como eventual lugar de fabricación de sus aerogeneradores, acaba de solicitar la concesión de un espacio en el puerto exterior de Punta Langosteira, en A Coruña, para levantar “un hub industrial, logístico y portuario asociado a la eólica marina y otras actividades análogas”.
Cobra
Antes que los de Rafael del Pino, Cobra –empresa anteriormente en manos del gigante ACS de Florentino Pérez y ahora bajo el timón de la francesa Vinci– solicitó también espacio en Langosteira para construir una planta en la que construir componentes offshore.
Y, del mismo modo que Ferrovial, la firma también quiere hacerse, al margen de este proyecto, con un pedazo del pastel de la eólica marina española. En la comunidad gallega pilotan el proyecto Galwind, un parque eólico al norte de Estaca de Bares de más de 1.000 MW de potencia y 68 aerogeneradores.
De similares características es el parque Catwind, que plantean también en Cataluña y que, de salir adelante en los términos expuestos, alcanzaría los 1.200 MW. En la documentación inicial presentada ante el ministerio y consultada por Economía Digital Galicia, los promotores del mismo destacan, de nuevo, las oportunidades que presenta la industria gallega, por ejemplo, en cuanto a la fabricación de las plataformas flotantes en las que se asientan los aerogeneradores. “En función del diseño realizado y del material utilizado, unidad flotante de hormigón estructural o en acero, se definirá el proceso de fabricación más adecuado”, exponen. “De forma general, las plataformas de acero hacen uso de astilleros de construcción naval, en este caso Navantia sería una alternativa por la cercanía al Parque Eólico Catwind. La experiencia de Cobra en este sentido es reciente, con la construcción de 5 plataformas flotantes de tecnología Windfloat (Principle Power) que fueron fabricadas en Navantia e instaladas en el parque eólico marino Kincardine”, apuntan. “En el caso de que finalmente el material elegido para la plataforma fuese hormigón, sería necesario hacer uso de una zona que permita labores de hormigonado, zonas de acopio adecuadas para realizar una fabricación en serie, y resto de áreas necesarias para la construcción civil como talleres de obra, oficinas, medios auxiliares como grúas, encofrados, etc”, explica la compañía, que señala, de nuevo, a Langosteira.
“El puerto exterior de A Coruña y el de Gijón serían opciones a estudiar para la fabricación en hormigón, analizando diferentes opciones de fabricación para asegurar la calidad necesaria y a su vez mejorar el capex del proyecto”, indica la compañía, que tramita una concesión de terrenos a la Autoridad Portuaria de A Coruña.
Capital Energy
Planteamiento similar es el que se revela en los proyectos iniciales que maneja Capital Energy, la energética madrileña de Juan Martín Buezas –una de las grandes beneficiadas en los nuevos repartos de potencia en eólica terrestre en la comunidad–. La firma ha propuesto la construcción de dos parques offshore en la comunidad, uno en Lugo y otro al sur de Vigo. Al plantear la construcción de plataformas de hormigón para sus molinos apunta a que “el puerto considerado para la construcción de estas, así como el ensamblado de turnas y torres es el exterior de A Coruña”. También señala que la construcción de la subestación offshore con la que cuenta el proyecto, que sería posiblemente de acero, podría construirse en los astilleros públicos de Puerto Real o Ferrol, así como en Dragados.
De nuevo, la opción de Navantia en Ferrol se baraja incluso para proyectos que no tienen como destino las aguas de la comunidad. Lo hace también Capital Energy en su proyecto para levantar un parque en aguas catalanas. En el mismo valora que a la hora de acometer las unidades flotantes, si las plataformas se realizan en acero, «estas se podrían construir en los astilleros de Cádiz o de Ferrol«, escogiéndose los puertos de Tarragona o de Castellón en el caso de elegirse finalmente una plataforma de hormigón. En esta ocasión, no obstante, la firma indica que la plataforma considerada más «óptima» para el proyecto sería la de hormigón, de forma que ayude a fomentar «el desarrollo industrial y social de la región» en la que enclavaría la nueva infraestructura.
En cualquier caso, a la vista de los proyectos, parece claro que tanto Navantia como Langosteira jugarán un papel clave en los nuevos parques eólicos marinos, acaben estos o no en aguas de Galicia.