Calvo saca a subasta por un millón su antigua planta de Esteiro
La conservera abre puja para deshacerse de sus antiguas instalaciones de Esteiro, a las que echó el cierre tras perder su principal contrato para Mercadona
Imagen de archivo de una trabajadora de la antigua planta de Calvo en Esteiro (Muros)
Calvo busca nuevo dueño para su antigua planta de Esteiro (Muros). La conservera gallega ha sacado a subasta pública las antiguas instalaciones productivas por un millón de euros a través del portal especializado Escrapalia.
Se trata de un descuento del 70% respecto a su valoración de reposición a nuevo (VRN) de 2016, que lo situaba en 3,29 millones de euros. El comprador se hará con una factoría que cuenta con 18.744 metros cuadrados útiles a través de sus tres naves, en una de las cuales integran cámaras frigoríficas de 250 metros cuadrados y 5 metros de altura. Además, tiene una nave auxiliar con una superficie de 1.050 metros cuadrados.
Las antiguas instalaciones de Calvo en Muros cuentan también con un edificio de oficinas de tres plantas, de 1.200 metros cuadrados; un edificio de vestuario y comedor, de 300 metros cuadrados, así como de dos viviendas de 250 metros cuadrados, totalmente separadas (chalet y apartamento), de uso residencial. También dispone de tres cobertizos, que ocupan terreno marítimo terrestre, destinados a albergar depósitos de diversos usos, así como de bombas de captación de agua de mar.
La factoría echó el cierre tras romper con Mercadona
La subasta online estará abierta hasta el 18 de enero, a las 12:30 horas y en ella podrán participar todos aquellos usuarios registrados en Escrapalia. El comprador se hará con las instalaciones que Calvo clausuró en 2017 como consecuencia de los resultados negativos que venía padeciendo desde la pérdida de su contrato con Mercadona.
La conservera gallega buscó resucitar la planta con «inversiones así como campañas de marketing» para posicionarse en el segmento premium, según revela una sentencia de la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia. Esta intentona no fue suficiente, sin embargo, para salvar a una factoría que en su momento llegó a generar un centenar de puestos de trabajo.
