Bruselas endosa a Xunta y Gobierno la culpa por los cierres de Gamesa y Vestas
El comisario europeo de Mercado Interior, Thierry Breton, achaca la ola de cierres de Siemens Gamesa o Vestas en Galicia a la "lentitud en la tramitación de permisos" para nuevos parques eólicos
La Comisión Europea se desentiende de la ola de cierres de factorías clave para el boom de la energía eólica. A través de una respuesta parlamentaria, el comisario europeo de Mercado Interior, el francés Thierry Breton, acusa a las distintas administraciones de dejar en la picota a firmas como Vestas, Nordex o Siemens Gamesa por la demora en la tramitación de nuevos parques.
«La lentitud en la tramitación de permisos es la principal causa de la pérdida de competitividad del sector de la energía eólica en la Unión Europea porque reduce los márgenes de beneficio e impide generar suficientes economías de escala. También baja el retorno de las inversiones innovadoras», ha respondido el comisario a una pregunta parlamentaria formulada por Nicolás González Casares (PSOE).
De Galicia a la Comunidad Valenciana
El eurodiputado gallego ponía el foco en los cierres de la alemana Nordex en La Vall d’Uixó (Castellón), así como de Vestas en Viveiro o los de Siemens Gamesa en el municipio gallego de As Somozas y Cuenca. En total son casi 500 los empleos que se han destruido como consecuencia de esta ola de cierres de la que Bruselas se desentiende.
Y es que el comisario francés, además de acusar a los gobiernos de «lentitud», también ha aludido al impacto que la inflación está teniendo sobre los productores de componentes para parques eólicos.
«El aumento de los costes de producción debido a los mayores precios de las materias primas y de los bienes manufacturados importados, unido a los mayores costes laborales, desafían la capacidad de la industria de la Unión Europea para mantener su competitividad cuando los márgenes ya son bajos», indica el representante europeo en la respuesta al eurodiputado gallego.
Pérdidas millonarias para Vestas y Gamesa tras salir de Galicia
Precisamente a esta escalada de precios se ha referido Vestas para justificar su recorte de previsiones de cara a un 2022 que ha arrancado con números rojos récord. Y es que la firma danesa estima que acabará el año con una facturación de entre 14.500 y 16.000 millones de euros, quedándose así por debajo del nivel de 15.000 a16.500 millones que manejaba anteriormente.
“El entorno empresarial empeoró significativamente durante el primer trimestre de 2022 debido a la invasión rusa de Ucrania y los efectos dominó asociados en el comercio mundial y la inflación en los costes”, explicó la compañía, que ha reconvertido su fábrica de aerogeneradores en Viveiro en un centro de mantenimiento en el que emplea a una veintena de trabajadores (frente a los más de 100 con los que llegó a contar antes de los despidos).
Además, Vestas sufrió unas pérdidas por valor de 765 millones de euros en los tres primeros meses del año, una cifra que prácticamente iguala a los 780 millones que se ha dejado Siemens Gamesa en los seis primeros meses de su ejercicio fiscal 2022.
La compañía con presencia en el Ibex 35 sigue incapaz de remontar el vuelo pese al plan de ajuste con el que se llevó por delante su antiguo complejo de As Somozas (Fiberblade I y Fiberblade II), dedicado a la fabricación de palas, así como la planta de Cuenca. Estos cierres se saldaron con un despido colectivo de 266 trabajadores, un plan de recolocación externa y otro de recolocación interna para cubrir 155 vacantes dentro del propio grupo.