Boom de macroproyectos hidroeléctricos en Galicia

Iberdrola, Naturgy, Capital Energy, Magtel y la alianza Reganosa EDP tienen sobre la mesa proyectos hidroeléctricos reversibles que suman casi 2.400 megavatios, más que la potencia de las térmicas de As Pontes y Meirama

Imagen de archivo de la prensa de Eiras en Fornelos de Montes (Pontevedra) EFE/Salvador Sas

Imagen de archivo de la presa de Eiras en Fornelos de Montes (Pontevedra) EFE/Salvador Sas

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Iberdrola, Naturgy, Capital Energy, Magtel, la alianza Reganosa-EDP… Galicia atraviesa un boom en toda regla de grandes proyectos de centrales hidráulicas «reversibles» o de «bombeo». Su característica principal con respecto a otras instalaciones convencionales es que, además de poder transformar la energía potencial del agua en electricidad, pueden realizar la operación inversa, es decir, aumentar la energía del agua subiéndola a un embalse consumiendo para ello electricidad. De este modo, estas centrales pueden actuar como método de almacenamiento de energía (por eso también se las denominan megabaterías). Concebidas para satisfacer la demanda energética en horas pico y poder almacenar la producción eléctrica en las valle, en Galicia, solo entre cinco proyectos de estas características se planean instalar casi 2.400 megavatios. Una potencia que supera, sin ir más lejos, la que en su momento tenían las térmicas de As Pontes y Meirama juntas.

Fuentes del sector explican a Economía Digital Galicia que estos proyectos acostumbran a tener una tramitación larga, muy superior a la de otros proyectos renovables debido tanto a los permisos que requieren las obras que llevan aparejadas (acostumbran a unir mediante túneles dos masas de agua) como a las grandes potencias que manejan. La envergadura de los planteamientos queda patente si se tiene en cuenta que, según recientes datos de la patronal gallega EGA, en la comunidad hay actualmente en tramitación 3.500 megavatios eólicos (1.000 a través de la Xunta de Galicia y 2.500 de competencia estatal).

Proyecto para Meirama

La última compañía en subirse al carro de los grandes proyectos hidroeléctricos en Galicia es Capital Energy. El Ministerio para la Transición Ecológica desveló este lunes, a través de su portal de consulta pública de evaluaciones ambientales, el interés de la filial del grupo de Jesús Martín Buezas, Green Capital Power, de desarrollar sobre los restos de la antigua térmica de Meirama, en el lago das Encrobas, “un proyecto hidroeléctrico reversible” de 366,46 megavatios así como su infraestructura de evacuación.

Poca información hay sobre el mismo, ya que se encuentra todavía en en el estadio de “consultas previas”. Tan solo que, de salir adelante, se ubicaría entre los ayuntamientos de Cerceda y de Carral, en la provincia de A Coruña, dos de los municipios, por cierto, señalados por los convenios de Transición Justa como directamente afectados por el cierre de la planta térmica que explotaba Naturgy y que dejó de funcionar de forma definitiva en 2020, tras cuarenta años de actividad ininterrumpida. Si bien la compañía, de momento, no ha realizado manifestaciones públicas sobre este proyecto, en el sector de las renovables aseguran que podría presentar en un futuro más planteamientos similares (la firma, de momento, tramita casi 40 parques eólicos en la comunidad).

El plan de la andaluza Magtel para Ourense

La misma fase de consulta previa es la que presenta otro megaproyecto hidráulico que pretende asentarse en suelo gallego. La compañía cordobesa Magtel, a través de la sociedad Santa Eulalia Energías, quiere desarrollar una central hidroeléctrica reversible en Ourense, precisamente junto a los embalses de Prada-Santa Eulalia. Ubicada en el ayuntamiento de A Veiga, de salir adelante, esta central hidroeléctrica alcanzaría una potencia de 160 MW. El presupuesto, según el documento ambiental en exposición, rondaría los 157 millones de euros y las obras tendrían un plazo de ejecución de tres años (36 meses).

La ingeniería de las centrales reversibles no es sencilla. El impacto que generan en el entorno hace que, en líneas generales, cuenten con la oposición de muchos colectivos ambientalistas y de defensa del territorio. Baste el ejemplo de este proyecto, que pasa, grosso modo, por conectar los dos pantanos, el de Prada y el de Santa Eulalia, por medio de un túnel subterráneo de casi 500 metros de largo. En el embalse a menor cota se construiría una estación hidroeléctrica que generaría energía con la fuerza del agua. Una parte de la energía se vendería al mercado, la otra bombearía el agua hacia el embalse superior. “Durante los periodos en los que se active el bombeo reversible, el agua se bombeará en las horas valle, de menor consumo o excedentes de energía, desde el depósito inferior al superior, turbinando el volumen almacenado en este último en las horas punta o de mayor consumo del día. De esta forma, la central participará activamente en la compra y venta de energía en los mercados diario y de servicios de ajuste del sistema, estando especialmente preparada para aportar regulación primaria y secundaria al sistema, dada la agilidad de respuesta de esta tecnología frente a la demanda”, expone la compañía en el documento ambiental publicado.

¿Una alternativa para As Pontes?

Los grandes aprovechamientos hidroeléctricos también se contemplan como alternativa de futuro para As Pontes, una vez la histórica térmica de Endesa eche el cierre. En junio de este año, la lusa EDP Renováveis y Reganosa anunciaron una alianza estratégica para “convertir Ferrolterra en la capital de la energía verde”. Ambas compañías proponen desarrollar distintos proyectos de generación y almacenamiento de energía limpia por importe de 780 millones de euros. Sujetos a las subastas de capacidad pendientes, el complejo ideado pasa por la construcción de una planta de hidrógeno verde de hasta 100 MW tras su completo desarrollo que utilizará el lago de As Pontes y nuevas fuentes de energía renovable.

Pero, además, según destacan las compañías, “en el entorno se ubicará también un almacenamiento energético con una potencia instalada de generación de 570 MW”. “Este almacenamiento consistirá en una central hidroeléctrica de bombeo que empleará como depósito inferior el propio lago, y como superior, un nuevo embalse que permitirá una mejor gestión del sistema eléctrico”.

Al margen, el plan de ambas compañías contempla el desarrollo de un complejo eólico compuesto por cuatro parques que suman algo más de 270 megavatios y que se asentarán sobre los ayuntamientos de As Pontes, A Capela, Xermade, Monfero, Valdoviño, Moeche, Cerdido y As Somozas.

De Iberdrola a Naturgy

Los gigantes Iberdrola y Naturgy también tienen en cartera desde hace años proyectos hidráulicos de megabatería. Los de Sánchez Galán plantean la puesta en marcha de una central de bombeo ubicada en el concello ourensano de Vilariño de Conso que emplearía dos embalses ya existentes para producir y almacenar energía. En líneas generales, el proyecto pasa por conectar los embalses de Cenza y O Bao, ya explotados por la eléctrica y separados entre sí por unos 10 kilómetros. En el medio se levantará, según su planteamiento, una central reversible en caverna que operará alternativamente turbinando el agua hacia la balsa superior (Cenza) y bombeando a la inferior (O Bao).

Mediante la construcción de este aprovechamiento se aumentará la potencia de turbinación y bombeo en 900 MW”, explica la compañía en la documentación expuesta ante el ministerio de Teresa Ribera.

Los de Francisco Reynés también tramitan desde hace años un gran proyecto de bombeo que pasa por la construcción de otra central hidroeléctrica reversible que se aproveche de los embalses de Salas y As Conchas, en Ourense. Con un presupuesto aproximado de 350 millones de euros, de nuevo, el planteamiento es el de usar el desnivel entre ambas presas, separadas por unos seis kilómetros, incorporar una central reversible y crear un túnel de conexión.

De convertirse estos cinco proyectos en realidad –algo que,en todo caso, no está asegurado por estar muchos en fases todavía iniciales– sumarían una potencia de 2.371 megavatios. Fuentes del sector aseguran, no obstante, que ya se estarían planteando muchos más aprovechamientos hidroeléctricos en la comunidad.

Entre grandes y pequeñas centrales hidroeléctricas, Galicia suma en la actualidad, según datos del Inega, casi 3.800 megavatios hidráulicos.

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