Biofábricas de Ence: cómo unir la eficiencia energética con el ‘verde’
Las fábricas de Pontevedra y Navia consiguen el autoabastecimiento energético gracias a la valorización de la biomasa forestal, que les garantiza un suministro renovable libre de combustibles fósiles
El incremento de los precios energéticos es uno de los retos a los que las empresas tienen que hacer frente en la actualidad. La eficiencia energética, por tanto, es una de las principales preocupaciones de las compañías para poder asegurar la continuidad de su actividad. En este escenario, cada vez son más las firmas que apuestan por sistemas que garanticen el autoabastecimiento a través de fuentes renovables. Sin embargo, hay quien ya lleva años recorriendo ese camino, como ocurre con el caso del grupo Ence.
Así por ejemplo, las plantas de celulosa en Navia y Pontevedra son capaces de autoabastecerse a través de energía renovable, en una clara apuesta por la producción libre de combustibles fósiles.
La energía generada para abastecer las plantas se consigue mediante el uso de biomasa forestal, es decir, aquellas partes de la madera que no se destinan a la producción de celulosa como pueden ser la corteza o la lignina –un componente de la madera que es un gran biocombustible renovable y natural–.
Con la valorización energética de esta biomasa para la generación de energía, las biofábricas de Ence consiguen un ahorro real del coste energético durante sus procesos productivos para hacer pasta de papel, cumpliendo así con los objetivos marcados por la compañía en materia de sostenibilidad y eficiencia, en línea con los principios de la transición energética.
Un nuevo uso de los residuos
Las dos biofábricas de Ence han conseguido dar un paso más en su compromiso con la economía circular y son capaces de dar un nuevo uso a la mayor parte de los residuos que generan. A través de su reutilización, reciclado o valorización energética, no solo se evita que estos materiales acaben en vertederos, sino que se introducen de nuevo en su cadena de valor, dándoles una nueva vida.
La eficiencia energética de las plantas de Navia y Pontevedra está alineada con el compromiso de la compañía con la sostenibilidad. En el año 2017 Ence Energía y Celulosa puso en marcha de forma voluntaria el Decálogo para la Sostenibilidad de la Biomasa, una iniciativa innovadora que supuso una apuesta para garantizar la sostenibilidad en la utilización de la biomasa y el cuidado del medio ambiente en su aprovechamiento como energía.
Reconocimientos a la sostenibilidad
Este compromiso con la sostenibilidad ha sido reconocido en el ámbito internacional con la concesión de la distinción Oro de la Comisión Europea y la ecoetiqueta Nordic Swan, sello ecológico de los gobiernos escandinavos.
No es el único aval internacional que ha obtenido. En concreto, Ence ha sido pionera en certificar bajo el esquema europeo Sure la sostenibilidad de la biomasa que emplea en sus instalaciones. Por segundo año consecutivo las fábricas de Pontevedra y Navia, así como las plantas de generación de energía renovable de Magnon –filial de energía renovable del grupo– han conseguido superar con éxito la auditoría que garantiza la sostenibilidad de la biomasa consumida en sus instalaciones.
Además de ello, la revalorización de los desechos ha permitido a la compañía obtener el reconocimiento Residuo Cero de la Asociación Española de Normalización y Certificación (AENOR) que la acredita como una organización que lleva a cabo una gestión eficiente de sus residuos.
Con todo ello, Ence se posiciona como una empresa líder en su sector en cuestiones ambientales, sociales y de gobierno corporativo. Así lo avala la agencia ESG Sustainalytics, que ha establecido la puntuación de la empresa en estos aspectos en los 91 puntos.