Bimba y Lola, Lonia y Adolfo Domínguez: 40 millones al año de alquiler
A pesar de la reapertura de las tiendas, los ingresos en el sector textil cayeron en mayo en un 72% , por lo que el sector lanza un SOS por sus rentas
La pandemia del Covid-19 ha sacudido al sector de la moda de una forma sin precedentes. El indicador más claro es que el gigante Inditex cerró el primer trimestre del año con pérdidas por encima de los 400 millones de euros. Sin embargo, su situación no es comparable a la del resto de compañías de moda radicadas en España y en Galicia. Ellas non poseen el millonario colchón de Inditex, cuya posición financiera neta positiva a 30 de abril es de 5.752 millones de euros. A esta altura de la desescalada, el textil tiene claro que la crisis que atraviesa tiene dos patas: la primera y más importante es la caída de las ventas. La Asociación Empresarial del Comercio Textil, Complementos y Piel (Acotex) cifra en un 72,6% el recorte de ingresos que ha sufrido el sector con respecto al mes de mayo del año anterior.
El segundo gran problema, consecuencia del primero, es que las compañías tienen grandes problemas para poder afrontar el pago de sus alquileres. “Con este descenso tan importante de ventas no nos valen moratorias en los impuestos, tasas, tributos o en las cuotas de la seguridad social es necesario la condonación de los mismos. El sector necesita liquidez y no más endeudamiento y una solución para el pago de los alquileres comerciales a los que no podemos hacer frente mientras sigamos con estos niveles tan bajos de ventas”, recalcan desde la patronal textil, que cree que finalizarán el año con una caída en las ventas del 50%.
El ejemplo del gran textil gallego
Con las tiendas aún funcionando a ralentí, la mayoría de las grandes empresas del sector trata de renogociar sus arrendamientos. Ya a principios de mayo, más de un centenar de marcas españolas de distintos ámbitos, entre las que se encontraban gigantes como Mango o Desigual, registraron una iniciativa dirigida a todos los grupos con representación en el Congreso para que se legislase de forma que se favorecieran acuerdos entre propietarios y arrendatarios que evitasen «el cierre masivo de establecimientos». Bimba y Lola, Adolfo Dominguez y Lonia, las grandes firmas del textil gallego al margen de Inditex, también figuran entre las impulsoras de esta iniciativa. Lo cierto es que, entre las tres, suman más de 40 millones de euros anuales en alquileres. Una losa pesada, teniendo en cuenta que las tres firmas tuvieron que acogerse a expedientes de regulación temporales (ERTE) ante el cierre de sus establecimientos.
Adolfo Domínguez, la compañía en manos de Adriana Domínguez, la hija del famoso modisto que internacionalió la arruga en los ochenta, gastó en 2018, ultimo año del que ha presentado cuentas completas ante la CNMV, 13,3 millones de euros en concepto de arrendamiento de locales. Lo cierto es que la firma ourensana, que desde hace años tienen en marcha un proceso de optimización con el que ha logrado volver a un resultado operativo positivo, ha ido reduciendo el gasto el alquileres en los últimos ejercicios (en 2016 ascendía a 14,7 millones). El gasto en alquileres representa el 11,9% de la cifra de negocio que alcanzó este año, de 111,9 millones de euros. El invierno pasado sumana 391 puntos de venta en todo el mundo entre tiendas propias, franquiciadas y espacios grandes superficies.
De Bimba y Lola a Carolina Herrera
En el caso de Bimba y Lola, la compañía de las hermanas Uxía y María Domínguez, hijas de Jesús Domínguez (Textil Lonia) y sobrinas de Adolfo Domínguez, el gasto en el ejercicio acabado en febrero del año pasado en concepto de alquiler de locales que usa como puntos de venta y naves destinadas a almacén ascendió a 15,8 millones de euros (13,1 millones en el ejercicio anterior). El gasto en alquileres representa, en este caso, casi el 8% de los ingresos acumulados ese año, que sobrepasaron los 200 millones de euros. A principios del pasado año, la compañía, en pleno proceso de expansión, sumaba 149 tiendas propias, 36 franquicias y 50 corners en centros comerciales.
Textil Lonia, otra de las grandes empresas de la moda gallega y también de la familia Domínguez (fue fundada por los hermanos Jesús, Joséfina y Francisco Javier), indica en sus últimas cuentas presentadas ante el Registro Mercantil, las de 2018, que ese año, el importe de cuotas de arrendamiento, entre fijas y variables, fue de 11,8 millones de euros. La compañía, que comercializa las marcas Carolina Herrera y Purificación García, sumaba ese ejercicio 537 puntos de venta, aunque solo 70 eran tiendas propias (contaba en esa altura con 363 corners en El Corte Inglés y 104 franquicias nacionales e internacionales). Los alquileres, en este caso, tan solo representan un 4% de su cifra de negocio, que fue de 290 millones de euros.