La inflación recorta un 26% el beneficio de Bimba y Lola, que entra en siete nuevos mercados

Dos elementos han marcado el último ejercicio de Bimba y Lola, el tercer mayor grupo textil de Galicia por detrás de Inditex y Textil Lonia. Por un lado, la inflación tuvo un impacto significativo en sus beneficios, que cayeron un 26% en 2022, quedándose en los 11,6 millones. Por otro, nunca antes había invertido tanto para desarrollar su plan estratégico y su expansión internacional. La firma de María y Uxía Domínguez, las sobrinas del diseñador ourensano Adolfo Domínguez, no desvela a cuanto ascendieron dichas inversiones, pero sí que señala que aumentaron un 28% y que suponen «la cifra más alta de la historia» de la compañía.

La empresa que dirige José Manuel Martínez obtuvo un ebitda de 30,7 millones, casi un 10% menos que hace un año. En un contexto de incremento general de precios, la cifra de negocio del grupo creció un 4,3%, situándose en los 225 millones. Según la textil, este crecimiento está vinculado a la «excelente evolución» de las ventas internacionales, con un incremento del 22%, impulsado por la entrada en siete nuevos países de Asia, América y Europa. Bimba y Lola prepara ahora el salto a Estados Unidos con sus primeras tiendas. Actualmente, el 44% del negocio se genera fuera de España.

Casi 50 mercados y más de 1.800 trabajadores

El grupo contaba, al final del ejercicio pasado, con 286 puntos de venta y presencia en 48 países, incluyendo su canal online, y con un equipo de 1.809 personas, que se vio reforzado durante el 2022 en un 6% frente al año anterior. El consejero delegado de Bimba y Lola, José Manuel Martínez, ha explicado que 2022 ha sido, posiblemente el año de mayor avance en el plan estratégico de la compañía.

Del mismo modo, Martínez ha recordado que en un entorno de presión de la inflación sobre el consumo y los costes, la compañía ha mantenido su apuesta, con el objetivo de construir la marca Bimba y Lola «y la mejor compañía posible a largo plazo».