La inflación derrumba los beneficios de Lactalis y Capsa, los dos mayores grupos lácteos en Galicia
La multinacional francesa, con plantas en Vilalba y Nadela, logra un histórico 'sorpasso' a Danone al alcanzar los 28.000 millones de ingresos, pero sus beneficios encogen un 14%
El precio de la leche sube, los beneficios de la industria bajan. Al menos en el caso de los dos grupos que más leche recogen en Galicia, Lactalis y Capsa, y que, por tanto, son clave para la rentabilidad de las granjas y la sostenibilidad de la cadena de valor. El dueño de Central Lechera Asturiana desveló sus resultados a finales del mes pasado, con una caída de las ganancias del 73%. Este jueves lo ha hecho la multinacional francesa, cuyos números a nivel global desvelan un retroceso en el beneficio neto del 14%. A falta de conocer el detalle de su balance en España, donde está por encima de los 1.000 millones de facturación, todo apunta a que el encarecimiento de los briks en el lineal no ha llenado más los bolsillos de la industria. No los de Lactalis y Capsa.
Lidiar con la inflación era, precisamente, el principal reto en un ejercicio que tiene algo de histórico para la compañía de la familia Besnier. Lactalis, que tiene plantas en Vilalba y Nadela (Lugo), elevó su cifra de negocio hasta los 28.300 millones, un 28% más, impulsada por el incremento de precios. Esta facturación, que avanzó el consejero delegado Emmanuel Besnier en conferencia de prensa, supone para el grupo familiar superar a Danone como la mayor empresa agroalimentaria de Francia. Danone, que es también el segundo mayor operador lácteo en España tras Lactalis, ingresó el año pasado 27.700 millones. El hito viene con otro de la mano. Al desbancar a su competidor francés, la compañía de los Besnier entra en los 10 mayores grupos alimentarios del mundo, que lidera Nestlé con 95.000 millones de facturación.
Este éxito de Lactalis no se correspondió con unos mayores beneficios. El resultado neto se situó en los 384 millones, un retroceso del 14% respecto al ejercicio anterior. La empresa atribuyó el descenso a la imposibilidad de repercutir al cliente, las distribuidoras, «la alta inflación en los costes». Es decir, avanza que se produjo un estrechamiento de los márgenes y una contención de los precios, cuando menos, hasta su llegada a las distribución.
En el conjunto del ejercicio, Lactalis transformó 22.600 millones de litros de leche, que llegan al consumidor bajo marcas como Puleva, Président, Lauki, Ram, Flor de Esgueva o El Ventero, entre otras.
Capsa y las tensiones en la cadena de valor
En el caso de Capsa, el grupo de Central Lechera Asturiana o Larsa, la evolución fue similar. La cifra de negocio se elevó un 18%, hasta los 895 millones, pero los beneficios se desplomaron un 75%, quedándose en los 5,14 millones. La empresa también atribuyó las menores ganancias a los incrementos en los costes energéticos o de los cereales. Explicaba que, por una parte, los gastos de explotación, principalmente por la energía, se incrementaron en 75 millones, mientras que la subida del precio de la leche en origen, es decir, los pagos a las granjas, aumentaron en 100 millones.
Los ganaderos lidiaron tanto con el coste energético como con el encarecimiento de la alimentación animal, lo que generó fuertes tensiones en el mercado, especialmente en un contexto de menor producción, ya que las granjas decidieron sacrificar vacas ante la pérdida de rentabilidad.
Lence, el principal grupo lácteo gallego, preveía para este ejercicio una facturación próxima a los 207 millones, en torno a un 35% más, y con una rentabilidad similar a la de 2021. En aquel ejercicio logró un ebitda de 4,9 millones.