Aznar y Arias Salgado, detrás de la adjudicación a FCC y Florentino Pérez del viaducto que se derrumbó
El primer Gobierno de José María Aznar repartió entre las grandes constructoras los túneles y viaductos del acceso a Galicia por la A-6, con ACS, Acciona o FCC entre las mayores adjudicatarias
El viaducto de O Castro de la A-6 se hundió seis meses después de que el AVE llegase a Galicia, marcando un curioso contraste entre dos grandes infraestructuras que llegaron con retraso a la comunidad y se presentaron con la virtud de acercarla a Madrid, en el sentido radial en el que ha entendido España tradicionalmente las comunicaciones. La Autovía del Noroeste se completó en 2002, tras nueve años de obras para unir Tordesillas con A Coruña, hito que rubricó el entonces ministro de Fomento, Francisco Álvarez-Cascos, con la inauguración del último tramo entre Ambasmestas y Villafranca del Bierzo.
Fue el Gobierno de José María Aznar el encargado de repartir los contratos que permitieron enlazar Galicia y Castilla y León por una vía de alta velocidad que tenía como gran reto superar las dificultades orográficas de la frontera, en el puerto de Pedrafita. La última parte de la autovía, describen los documentos del Ministerio, requirió de siete túneles y 42 viaductos, que dispararon el coste de las obras. Entre ellos estaba el que construyó FCC y que acaba de derrumbarse.
La empresa que capitanea ahora Carlos Slim y entonces Alicia y Esther Koplowitz se hizo con el contrato en el año 1997, concurriendo en una UTE en la que estaba también OCP Construcciones, germen de la ACS de Florentino Pérez tras su fusión con Ginés Navarro. La adjudicación se publicó en el BOE el 26 de junio de ese año y el nuevo Ejecutivo, que había logrado desalojar a Felipe González un año antes, puso en marcha la licitación en diciembre de 1996, meses después de la llegada de Aznar a Moncloa. El ministro de Fomento era entonces Rafael Arias-Salgado.
Al departamento del también exministro de UCD le correspondería firmar la cascada de contratos que completaron la vía en su trazado de mayor dificultad y que tendrían como adjudicatarias a las grandes constructoras del momento. FCC no solo se hizo con el viaducto de O Castro, sino que también construyó los túneles de San Pedro y los de Pedrafita, en ambos casos también en alianza con el grupo de Florentino Pérez, un ex de UCD al igual que Arias Salgado. Los primeros tuvieron un coste de 6,1 millones y los segundos, tres veces más largos, de más de 25 millones.
Las constructoras del IBEX
ACS también se encargaría de otros dos túneles, el de Vilafranca –16 millones– y el de Trabadelo –7,1 millones–, ambos en alianza con Necso (Acciona). La propia Necso, junto a Ferrovial y Dragados, que entonces no formaba parte de ACS, se encargarían de los túneles de Cereixal y Doncos, que supusieron una inversión de casi 40 millones.
En el caso de los puentes, Fomento destinó a su construcción 542 millones y las adjudicatarias se repiten. Además de ACS y FCC se encargaron de las obras OHL, Sacyr, Acciona y Ferrovial, es decir, las seis constructoras que formaron parte del IBEX 35.