Avalancha de peticiones a la Xunta para el rescate de la hostelería: 16.000 en una semana
La Xunta cifra en 15.900 las peticiones realizadas desde el lanzamiento del segundo plan de rescate este viernes y avanza mayor control de aforo y distancias de seguridad en la hostelería
Las solicitudes de ayuda por el segundo plan de rescate se amontonan ante la Xunta de Galicia. El Gobierno gallego ha recibido un total de 15.900 peticiones por esta vía, una cifra elevada que, a juicio del vicepresidente primero, Alfonso Rueda, «dan buena muestra» de «la urgencia» de este plan de rescate dedicado a los sectores más afectados por las restricciones.
El número dos de la Xunta de Galicia ha valorado que «por fin» el jefe del Ejecutivo central haya avanzado también ayudas: «Bienvenido sea, un año después», ha apuntado, antes de reclamar que este anuncio «se materialice cuanto antes» y haya «información», antes de referirse a la demanda que presentarán los hosteleros de Pontevedra para exigir indemnizaciones por los cierres.
Según Rueda, estas asociaciones están «en su derecho» de presentar reclamaciones por la vía judicial y ha subrayado que la «obligación» de la Xunta, ha insistido, es «dar ayudas para mitigar» el impacto de la crisis y también defender los argumentos jurídicos para adoptar las correspondientes medidas sanitarias.
Control de aforo, distancia de seguridad y códigos QR en la hostelería
Además, acerca de las críticas de la asociación de hostelería de Santiago, ha contestado que «la representatividad» de los portavoces con quienes se está reuniendo la Xunta -el presidente del Cluster de Turismo y tres responsables más- «está más que acreditada», y que tampoco hay integrantes de los colectivos de Ferrol y Pontevedra, por ejemplo.
El vicepresidente ha realizado estas declaraciones a escasas horas de la reunión en la que participará este miércoles tanto con el delegado del Gobierno en Galicia como con el presidente de la Fegamp. En este sentido, ha adelantado que el objetivo es trasladar «un plan sencillo de visitas periódicas» con la idea de pasar el foco de los controles de los cierres perimetrales a los establecimientos de hostelería.
El objetivo, ha indicado, es que las fuerzas y cuerpos de seguridad supervisen el cumplimiento de aforos, mascarillas y distancia entre individuos, para «contribuir a esa sensación de que es necesario cumplir» y que si no se observan las normas, habrá «sanción y multa». A los representantes de la hostelería, de hecho, les instarán a hacer cumplir los aforos y «colaborar con la implantación» de los códigos QR.