Autoestradas de Galicia, el otro filón de la dueña de la AP-9: gana un euro por cada cuatro que ingresa
La concesionaria de la AG-55 y la AG-57 disparó su beneficio un 20%, hasta casi los cinco millones de euros, tras elevar sus ingresos un 7% en un 2022 en el que rozó su tráfico anterior al Covid-19
Itínere encuentra en Autoestradas de Galicia su otro gran filón en Galicia. La concesionaria de la Autopista del Atlántico (AP-9) ha disparado un un 19,8% sus ganancias con la gestión de las autopistas AG-55 y AG-57, que conectan A Coruña con Carballo y Puxeiros con Val Miñor.
En concreto, Autoestradas de Galicia estiró sus ganancias desde los 3,83 millones de euros cosechados en 2021 hasta los 4,59 millones de euros en 2022. La firma dio este empujón a su cuenta de resultados tras protagonizar un nuevo repunte en su cifra de negocio como consecuencia de la mejora de su volumen de tráfico.
Según se desprende de las cuentas anuales que la compañía ha presentado ante el Registro Mercantil de A Coruña, esta se elevó desde los 15,2 millones de euros logrados en 2021 hasta los 16,3 millones de 2022. De esta forma, Autoestradas de Galicia convierte en beneficio 28,1 euros de cada 100 que ingresa.
Audasa y Autoestradas, dos filones para Itínere
Se trata de una rentabilidad tan solo superada, dentro del universo Itínere, por Audasa. La concesionaria de la autopista que vertebra Galicia desde Ferrol hasta Tui ganó 66,1 millones de euros en un 2022 en el que facturó 171,8 millones, lo que deja su margen neto en el 38,5%.
Autoestradas de Galicia complementa la aportación de Audasa, que ha logrado crecer casi el doble en ingresos (un 14,4% frente al 7,4% registrado por Autoestradas de Galicia) como en beneficio (un 30,4%, frente al ya mencionado 19,8% de la concesionaria de la AG-55 y la AG-57).
La compañía propiedad de Itínere ha logrado mejorar sus resultados de 2021 tras dejar atrás las turbulencias desatadas por la pandemia. «Después de tres largos años de dudas e incertidumbres, se constata que la actividad de la sociedad se ha recuperado progresivamente desde el completo levantamiento de las restricciones a la movilidad en mayo de 2021», recalca la firma en su informe de gestión.
«En el ejercicio 2022, destacamos una evolución positiva del tráfico en ambas autopistas con valores muy cercanos a los registrados en 2019, último año de normalidad antes de la pandemia de la Covid-19 situándose el tráfico de la autopista AG-57 ligeramente por encima del nivel alcanzado en 2019 y el de la autopista AG-55 ligeramente por debajo», añade la compañía.
La intensidad media diaria de Autoestradas de Galicia rondó los 11.157 vehículos (frente a los 10.821 registrados en 2021). El tráfico fue mayor en la AG-55, que alcanzó los 13.408 automóviles al día, frente a los 8.177 de la AG-57. «El incremento del tráfico en ambas autopistas ha sido muy similar con un aumento del 3,23% en la autopista A Coruña-Carballo (AG-55) y del 2,84% en la autopista Puxeiros-Val Miñor (AG-57)», recalca la firma.
A vueltas con los peajes
A diferencia de la AP-9, tanto la AG-55 como la AG-57 (ambas de titularidad de la Xunta y explotadas por Autoestradas de Galicia) han mantenido sus tarifas de cara al cliente. En estas infraestructuras, el Ejecutivo gallego acordó con la concesionaria que la subida del 6,9% que le correspondía en base al IPC sea sufragada vía presupuestos de la Xunta y no mediante los usuarios de las autopistas.
Las previsiones que Autoestradas de Galicia remitió a la Xunta en 2012 recogían una estimación de cobro de 897 millones de euros por peajes hasta el año 2045.