Nanoinmunotech pone los nanomateriales al servicio de la salud
La empresa, spin-off de las universidades de Vigo y Zaragoza, desarrolla biosensores capaces de detectar patologías en tiempo récord y facilitar su prevención
La biotecnología es uno de los campos más prometedores. En los últimos años, Galicia ha apostado con determinación por este sector, que empieza a generar proyectos innovadores que colocan a las empresas de la comunidad como referentes en ámbitos como la salud, la alimentación o el medio ambiente. Es el caso de Nanoimmunotech, una firma que echó a andar en 2009 y que tiene su origen en el en el Centro de Investigaciones Biomédicas de Vigo y el Instituto de Nanociencia de Aragón.
Esta ‘spin-off’ de las universidades viguesa y zaragozana fue una de las iniciativas seleccionadas en el programa Horizonte 2020 de la Comisión Europea con una de las mejores puntuaciones, lo que le permitió obtener 1,8 millones de euros de financiación. Con este dinero están impulsando Heatsens, un dispositivo que permite detectar más rápido y de manera más eficaz bacterias como la de la salmonela en la carne de pollo, lo que se traduce en un importante ahorro de costes logísticos para las empresas.
Como apuntan desde la propia empresa, la idea es que el producto, que también tiene aplicaciones para la detección de marcadores tumorales o cardiacos, de toxinas o para el análisis y tratamiento de las aguas residuales, pueda estar el próximo año en el mercado. De momento ya han registrado la patente en 36 países.
Nanoinmunotech confía en que su prometedor biosensor Heatsens esté en el mercado en 2018
El dispositivo Heatsens, que se basa en el uso de nanoprismas de oro como transductor de la señal, es un ejemplo de los biosensores que desarrolla y comercializa la compañía, que además de en Vigo tiene sedes en Madrid y Zaragoza. Otro productos que ofrece son las nanopartículas, con diferentes funcionalizaciones y listas para protocolos de bioconjugación, kits para realizar este tipo de procesos, o servicios de caracterización de productos con nanoestructuras, por ejemplo para el sector cosmético o el farmacéutico.
En busca de financiación
Nanoinmunotech se creó para cubrir una necesidad de mercado que un grupo de investigadores de las universidades de Vigo y Zaragoza había detectado. Un premio del Igape le brindó los primeros 30.000 euros, a lo que se sumó en 2011 la aportación de varios inversores, que acudieron a una ronda de financiación en la que la compañía obtuvo algo más de un millón de euros.
En la actualidad, las ventas le reportan alrededor de 600.000 euros a la compañía. El grueso de los fondos proviene de los inversores y de las subvenciones, de ahí que sus impulsores se estén planteando realizar una ampliación de capital y así poder seguir creciendo y aumentando la plantilla.
