Galventus, referente del sector eólico, mira hacia el mar
La empresa pontevedresa, especialista en el mantenimiento y reparación de parques eólicos, explora las aplicaciones del composite en el sector naval
Con sede en Moaña y planta en Cambados, el origen de Galventus está en la escuela Aixola de Marín, un centro de referencia para el sector naval y pesquero, que formó numerosos técnicos en composites. Galventus, con unos ingresos de 2,3 millones en 2018, nació hace doce años de mano de un grupo de profesionales experimentado en la inspección, mantenimiento y reparación de piezas para el sector eólico, que encontraron un sitio en el mercado con su conocimiento sobre el tratamiento de composites.
La empresa tiene como administradores a Xosé Lois Pazos, Carlos Vázquez y Manuel Mora, que tras trabajar para grandes del sector eólico como Acciona o Gamesa, han puesto en marcha otras dos sociedades: Galfiber, para el diseño, producción y comercialización de productos basados en composites para el sector naval, la automoción y la aeronáutica; y Galician Profesional Technologies, una consultoría para el asesoramiento y desarrollo de proyectos en estos mismos sectores.
Del éxito de Galventus han nacido otras dos empresas enfocadas en el naval, la automoción y la aeronáutica
La firma pontevedresa ha trabajado en Francia, Portugal, Italia, Polonia, Reino Unido, Brasil, Chile o Turquía, entre otros países.
La innovación en el ADN
No es un tópico decir que la innovación es uno de los elementos que mejor define la evolución de Galventus desde su nacimiento en 2008 y que la coloca como una de las empresas de referencia en Galicia en esta materia.
La empresa lidera el consorcio de la iniciativa Nero para desarrollar sistemas de monitorización para los procesos de fabricación, reparación y vida en servicio de estructuras producidas en materiales compuestos. El proyecto está cofinanciado con fondos FEDER y respaldado por la Axencia Galega da Innovación y la Consellería de Economía. Junto a Galventus, participan en el programa Asteleiros Triñanes, Fiberglas, Resinas Castro y Tecdesoft, que cuentan además con la colaboración de Aimen Centro Tecnológico.
La apuesta por el naval
No es el único proyecto que tiene entre manos Galventus. También participa en el llamado Modulight, un proyecto para el desarrollo de “barcazas modulares, multi-propósito y ligeras, mediante la introducción de estructuras multimaterial basadas en la combinación de acero y composite para obtener embarcaciones versátiles y customizables que permitan un fácil intercambio de módulos, posibilitando así, transportar diferentes cantidades y tipos de carga, sin la necesidad de disponer de una flota de barcazas de diferente tipo, o de acudir al astillero para reformar cada barcaza adaptándola al nuevo tipo de carga a transportar”.
En este proyecto está Cardama, como líder del consorcio; junto a Insenaval, Industrias Ferri y la propia Galventus.