Martín Códax: innovación del albariño para más de 40 mercados
Bodegas Martín Códax, con casi 20 millones de facturación, exporta desde Cambados a más de 40 mercados, con EEUU e Inglaterra como plazas de referencia
Bodegas Martín Códax no tiene una fórmula mágica, pero para llegar desde Cambados a más de 40 mercados hay al menos tres conceptos clave: innovación, exportación y medio natural. Son las tres características que mejor radiografían a una empresa que nació en 1985 por el impulso de 50 viticultores decididos a explorar el potencial de la uva albariño y que ahora acumula premios por su desempeño en materia de innovación.
Uno de ellos lo recibió este año y distingue a la adega como la mejor gestión de I+D+I en 2016. Cuando el director general, Juan Vázquez, recibió el galardón otorgado por la publicación especializada Mercados del Vino y la Distribución de manos de la ministra Isabel García Tejerina, su bodega venía de acariciar los 20 millones de ingresos en el ejercicio, su cota más alta en los últimos cursos.
Buena parte de esta facturación procede de tierras foráneas. Martín Códax está presente en más de 40 mercados, siendo el estadounidense y el británico plazas de referencia. “Estados Unidos e Inglaterra son los principales mercados de exportación, pero otros como Alemania, Países Bajos o escandinavos también son mercados estratégicos para la bodega. Además, China y los países latinoamericanos también van cogiendo fuerza”, explican en la empresa.
Los proyectos de I+D+I
En las bodegas que preside José Martínez Chantada había vocación de vanguardia. En 2003 ya tenían muchos viñedos, pequeñas parcelas bajo la técnica del emparrado, pero pusieron en marcha uno especial, el de Pé Redondo, en Meis. Es una viña experimental en la que se estudia el comportamiento de la variedad albariño ante la utilización de diez nuevos portainjertos en los ciclos de cultivo. “El objetivo de esta fuerte apuesta no es otro que profundizar en el conocimiento de la uva albariño y trasladarlo a los vinos que se elaboran”, zanjan en la empresa.
El paso dado en Pé Redondo ya no tuvo vuelta atrás, pues Martín Códax estaría desde entonces involucrada en multitud de proyectos de I+D+I. No hace falta irse muy lejos, pues se sumó al programa Industria 4.0 de la Xunta para la mejora de la competitividad a través de la implementación de nuevas teconologías, una iniciativa convocada por el Igape en el marco del programa operativo FEDER Galicia 2014-2020.
Uno de los viñedos de Martín Códax / Martín Códax
La uva en el mundo del cambio climático
Otro de los proyectos en los que está participando Martín Códax es Vinovert, financiado por el programa europeo de cooperación territorial Interreg SUDOE y liderado por la Universidad de Burdeos, que abordará la optimización y reducción del uso de fitosanitarios en agricultura y evaluará la posibilidad de implantación de cultivos biológicos y orgánicos en la zona.
Y todavía hay más, pues la bodega está adherida a Globalviti, que investiga cómo mejorar el cultivo de la vid frente al cambio climático con nuevas tecnologías y técnicas innovadoras. Un proyecto muy ambicioso que arranca con una inversión total de más de 8 millones de euros y en el que participan algunas de las bodegas y empresas del sector vitivinícola más importantes de España junto a diversos organismos de investigación.
Naturaleza
Este último es otro factor clave, la tercera pata. Martin Códax reconoce que en su impulso por la innovación reside el deseo de “reducir el impacto medioambiental en la viticultura y profundizar en el conocimiento del varietal de cara a ofrecer un producto de calidad excepcional”.
La empresa ve consustancial a su desarrollo el compromiso con la comarca do Salnés y con el cuidado del medio ambiente. Desde su evolución ha generado numerosas iniciativas vinculadas al arte, la música y el enoturismo, mientras cuida viñedos y producto con el trabajo dirigido por los enólogos Katia Álvarez y Luciano Amoedo.