Esypro, la obsesión por inventar el futuro
La empresa que fundó José Luis Froiz hace 30 años se ha convertido en una multinacional con 15 millones de facturación y presencia en una veintena países
“Del arado romano a las redes sociales”. Con esta frase comienza la glosa que hace Grupo Esypro de su fundador, José Luis Froiz Espiño, que fundó en 1987 una empresa que a día de hoy se ha convertido en una multinacional de la ingeniería con 15 millones de facturación y capaz de trabajar en una veintena de países.
Espyro Manutención se hizo global a fuerza de inventar. José Luis Froiz había creado uno de sus productos estrella, el Esyconveyor, un sistema de transporte y acumulación de piezas para enlazar zonas de ensamblado y puntos de montaje. El impulso del fundador asentó la innovación en el ADN del grupo, estrechamente vinculado al desarrollo de soluciones propias, a la innovación.
“Es necesario destacar que en gran parte el crecimiento de las ventas en los dos últimos años, además de las acciones de expansión internacional, viene de la mano de nuevos productos basados en la industria 4.0 con un fuerte nivel de automatización”, reflexionaba la propia empresa en su informe de gestión de 2017, recordando la incorporación de personal “con perfiles orientados a la automatización y el software”.
José Luis Froiz Espiño / Facebook
La filosofía de Esypro
Estos son los dos pilares de Esypro. Por un lado, la vocación de José Luis Froiz por las competencias técnica y el I+D, creando un departamento específico en la empresa antes de dar el testigo a la siguiente generación, en el año 2008, con Javier Froiz al frente. Presidente de la Asociación de Empresarios y Comerciantes do Val Miñor, el empresario se formó en Cataluña y el País Vasco para luego entrar en contacto con los procesos de ingeniería de la automoción, que pasaría a ser un sector clave en el desarrollo de Esypro.
Por otro, un proceso de internacionalización que el grupo emprende ya avanzado el nuevo siglo, consolidando su posición en Francia. A partir de 2010 da un salto cualitativo, explorando el mercado asiático y constituyendo una filial en México para el mercado americano. Este proceso llevó a que en 2017 el 55% de las ventas se produjera más allá de las fronteras españolas, mientras que en 2016 la actividad exterior alcanzó un peso del 66% del volumen de negocio.
El sistema de transporte Esyconveyor
La tercera pata de la empresa, especializada en el desarrollo y aplicación de sistemas de transporte y almacenaje modulares, fue la diversificación de productos, incorporando equipos de combustión de biomasa, desarrollo de producto 3D, o Tamarino, una filial dedicada a la imagen de marca y el marketing online.
El I+D como modelo de negocio
El grupo, con un centenar de trabajadores, tiene una amplísima lista de ‘inventos’. El sistema modular Almaflex sirve para la gestión integral de piezas; Movipas es un transportador para almacenar y poner a disposición del operario (o del robot) piezas en un sistema de carga continua; PCR se utiliza para la carga y descarga de contenedores… La obsesión creativa de la empresa la empujó a ir diseñando la fábrica del futuro, totalmente automatizada.
“Para nosotros, I+D+i significa futuro; es la base de nuestra supervivencia. Las claves que han determinado nuestra evolución han sido el desarrollo de productos diferenciados y la expansión internacional y diversificación de mercados”, reconoce el grupo, que no ha parado de colaborar con centros tecnológicos, universidades y otras empresas en su afán por inventar.
Las cuatro patas del grupo
Esypro LIP es la firma de sistema de transporte y almacenaje modular y reconfigurable del holding, a la que se suma Tamarino y EasyWorks, una empresa especializada en la implantación de soluciones de desarrollo de producto. La última pata del grupo sería Esypro México, la puerta de entrada de la ingeniería del polígono de A Pasaxe de Gondomar en el mercado americano.