Depósitos Coballes, impronta de Toyota y Nike desde A Guarda
La firma gallega abraza la filosofía Kaizen y se consolida como referente en la producción de acumuladores de agua corriente sanitaria
Depósitos Coballes se ha erigido como uno de los referentes españoles en la fabricación de acumuladores de agua corriente sanitaria (ACS). La compañía con sede en el concello pontevedrés de A Guarda echó a andar en el año 1981. Por aquel entonces fabricaba depósitos y calderines para la producción de agua en cocinas de leña y, a diferencia de lo que ofrecía el mercado, la firma apostó utilizar cobre y acero inoxidable en lugar de hierro.
Esta innovación abrió un hueco en el mercado para Depósitos Coballes, consolidado ahora sobre la barrera de los dos millones de euros de facturación y que ya produce modelos desde 50 hasta 5.000 litros de capacidad que ya no solo tienen como destino al mercado español.
Y es que la firma ha participado en programas como ViaExterior para internacionalizar sus acumuladores a medida entre hoteles o paradores en un mercado exterior que ya supone una quinta parte de su facturación total. El objetivo, abrir nuevas oportunidades de negocio para una compañía que ya se acerca al medio centenar de empleados y que ha hecho de la innovación y de la filosofía Kaizen unas de sus señas de identidad.
La filosofía Kaizen
Depósitos Coballes adoptó en 2015 la metodología Kaizen de mejora continua. Con ella busca involucrar a todos sus trabajadores para que propongan soluciones para optimizar los procesos, bajando la toma de decisión a un nivel inferior y elevando la productividad.
Se trata de una receta ya aplicada con anterioridad por gigantes como Toyota (la pionera) y seguida por firmas como Nike y grandes empresas del sector de la automoción como Nissan, Ford o PSA.
La filosofía Kaizen no es la única medida que ha adoptado la empresa para elevar su productividad. Depósitos Coballes también ha apostado por la implantación de un sistema de planificación de los recursos ERP y la tecnología Touch Terminal. Integrados a una aplicación móvil, estas tecnología permite capturar datos, monitorizar la actividad en la planta, acceder al sistema de gestión, al stock, a presupuestos y a la información de los pedidos del cliente, ofreciendo un control de 360 grados sobre todas las variables que influyen en los resultados de la empresa.
