Asturias urge la puesta en marcha de El Musel, la apuesta de Enagás frente a Reganosa
El Gobierno del principado pide la activación “inmediata” de la planta asturiana para hacer frente a la crisis del suministro de gas en Europa
Asturias mueve ficha en la crisis energética. Y lo hace para pedir la puesta en marcha de su regasificadora, la planta de Enagás en El Musel, una infraestructura que costó 400 millones y que está parada desde hace una década por irregularidades en su construcción, entre otros problemas legales.
El consejero de Industria, Enrique Fernández, reclamó este lunes su entrada en funcionamiento de manera “inmediata”, ante lo que podría ser el comienzo de una reconfiguración del suministro de gas en Europa ante el apagón ruso por la invasión de Ucrania.
La sexta regasificadora de Enagás
La planta, en realidad, está pendiente de que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia autorice su activación para que se incorpore al sistema gasístico español, que cuenta con otras cinco plantas de Enagás –Sagunto, Barcelona, Cartagena, Bilbao y Huelva– y la gallega Reganosa, que en su momento alegó, al igual que la Xunta, contra la declaración de impacto ambiental de las instalaciones de Gijón.
La capacidad de almacenamiento que reúne esta red, sin embargo, ha posicionado a España como el territorio clave para la Unión Europea de cara al diseño de un nuevo mapa de suministro que le permita abastecerse al margen de Rusia, con Argelia como primera alternativa.
“No somos la entidad competente para determinar su uso de acuerdo con las necesidades del sistema, pero esas necesidades existen y ahora son más imperiosas que nunca por esta crisis que se ha generado a consecuencia de la invasión en Ucrania”, insistió el consejero asturiano.
Para el Gobierno del principado es imprescindible tener en funcionamiento todas las infraestructuras gasistas disponibles, por lo que Fernández urgió a buscar una “solución rápida” para desbloquear la planta.
El hidrógeno verde de El Musel
Curiosamente, Enagás, participada por Amancio Ortega, ya había planteado en El Musel un nuevo proyecto vinculado al desarrollo del hidrógeno verde y al proceso de descarbonización. Sin embargo, el ataque de Putin a Ucrania ha recuperado el valor de las instalaciones como punto de almacenamiento de gas, ya no solo para el abastecimiento interno, sino incluso para su distribución a otros territorios europeos.