Así regresa a sus orígenes en Monforte el dueño de Kern Pharma, un imperio de más de 350 millones
La familia empresarial Díaz-Varela vuelve a Galicia 70 años después de la marcha de su fundador con el proyecto del grupo Indukern de una planta de inyectables en el municipio lucense de más de 30 millones de euros
A sus 85 años, José Luis Díaz-Varela emerge como una de las fortunas de origen gallego más desconocida en su tierra. Nacido en Monforte de Lemos en 1937, pasó su niñez en el municipio lucense y su adolescencia en A Coruña, para posteriormente emigrar a Venezuela, donde comenzó a hacer carrera como empresario de la mano del austriaco Heinz Kern. Ahora, décadas después, afincado en Barcelona y siendo presidente de Grupo Indukern, un discreto gigante que factura más de 350 millones anuales, regresa a Galicia con un proyecto que lleva cinco años gestándose: la construcción de una planta de productos inyectables en el ayuntamiento lucense.
Con un presupuesto inicial de más de 30 millones de euros y la perspectiva de comenzar las obras en el primer trimestre del año próximo, la planta monfortina, con capacidad para producir 50 millones de unidades de ampollas, servirá para que la división farmacéutica de su conglomerado, Kern Pharma, triplique su capacidad de producción y “crezca en el mercado de los medicamentos éticos y genéricos, tanto a nivel nacional como internacionalmente”. Se trata del primer negocio del grupo en la comunidad gallega y desde la propia empresa aseguran que, al margen de las buenas condiciones operativas de Monforte, en la elección de la ubicación ha pesado también el componente sentimental. Al fin y al cabo, una vuelta a los orígenes.
El proyecto de Kern Pharma
Este lunes, el presidente de Grupo Indukern, acompañado de su hijo Raúl, al frente de Kern Pharma, ofreció una rueda de prensa en Santiago de Compostela junto con el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, el vicepresidente económico, Francisco Conde, y el alcalde de Monforte y presidente de la Diputación de Lugo, José Tomé.
La idea es que la nueva planta comience su construcción a principios del próximo año, con una inversión inicial de 33 millones de euros, que se destinarán tanto a la ejecución de toda la obra civil como a la puesta en marcha de la primera de las cuatro áreas productivas previstas, la de ampollas. Posteriormente, a partir de 2025, se decidirá la inversión para poner en marcha una línea de viales y otras dos más dedicadas a proyectos de innovación. Según explicaron los promotores de la iniciativa, en total, todas las instalaciones, en el polígono de O Reboredo, ocuparán una superficie de 14.000 metros cuadrados.
Las administraciones públicas han bendecido el proyecto, que llega en un momento en el que Galicia toma posiciones como hub de la industria farmacéutica, gracias en buena medida a las inversiones de Zendal, el grupo con sede en O Porriño (Pontevedra) de Pedro Fernández Puentes, también vicepresidente de Pharma Mar. El titular de la Xunta indicó que el Ejecutivo autonómico tratará de agilizar todos los trámites, recurriendo a figuras como la de “proyecto industrial estratégico o iniciativa empresarial prioritaria”.
Por su parte, el socialista José Tomé –que destacó que la previsión del grupo es contar de forma inicial con un equipo de 50 personas, todas con alta cualificación– también indicó que el ayuntamiento monfortino pondrá todas las facilidades al proyecto, también vía impuestos municipales. “Además de toda la colaboración administrativa como ayuntamiento, colaboraremos en tres líneas, en el ICIO, en el IBI y en el IAE, porque esta apuesta empresarial merece la pena”, esgrimió.
Un proyecto que comenzó hace cinco años
Si bien tras la pandemia Galicia, junto con el norte de Portugal, comenzó a tomar posiciones como futuro polo farmacéutico, el nacimiento de este proyecto comenzó tiempo atrás, en concreto, un lustro.
En 2017, el Grupo Indukern anunció que trasladaba su sede social de Barcelona a Madrid ante la situación de “inseguridad jurídica” debido a la “posible declaración unilateral de independencia” de Cataluña. Esa aparición en la prensa hizo que el alcalde de Monforte, José Tomé, reparase en la empresa y en los orígenes de la familia fundadora y comenzase a entablar conversaciones con la misma.
Según cuentan desde el ayuntamiento lucense, hacía mucho tiempo de Díaz-Varela, que estuvo hasta los siete años en el municipio, no pasaba por allí. “Sí había estado más en A Coruña, debido a que está en el consejo consultivo del Sabadell-Gallego”, comentan. De hecho, y precisamente con la ayuda del alcalde, el empresario llegó a localizar a los descendientes de su familia que continuaron en Monforte.
“Como monfortino, este proyecto es una gran satisfacción para mí y estrecha aún más la relación de nuestra familia y la de nuestro grupo empresarial con Monforte y con Galicia”, dijo este lunes el empresario.
Grupo Indukern, los números de un gigante
En cualquier caso, el desembarco en Galicia del Grupo Indukern introduce en el ecosistema empresarial gallego a una compañía con facturación millonaria. En la actualidad, la actividad del grupo se centra en la salud humana y animal a través de dos de sus compañías principales: Kern Pharma, laboratorio farmacéutico, y Calier, veterinario. La facturación consolidada en 2021 llegó a los 365 millones de euros. El grupo suma una plantilla de más de 1.200 profesionales y cuenta con filiales propias en 13 países.
El imperio sanitario llegó a ser mucho mayor, ya que contaba con una división química, el negocio originario del grupo, que recibía precisamente el nombre de Indukern. El pasado año, en marzo, acometió la venta de esta división a la multinacional belga Ravago en una operación que Expansión cifró en unos 200 millones de euros. Antes de eso, la cifra de negocio consolidada del grupo superaba los 700 millones de euros.
En concreto, en 2020, el año de la pandemia, la facturación consolidada del grupo fue de 739 millones de euros, rozando los 300 la división de Kern Pharma y 64 millones la división de salud animal.