Así golpea la crisis energética a Ferroatlántica: una factura de 83 millones y deslocalización a Noruega y Francia
La compañía cifra en casi 90 millones el gasto extra por la escalada de luz en España y reconoce haber desviado pedidos a sus factorías de Noruega y Francia en el tramo final de 2021
Ferroglobe vuelve a lanzar el enésimo mensaje de alerta por la escalada de los precios de la electricidad en España. La dueña de Ferroatlántica, que cuenta con tres plantas en el país (las de Sabón, en Arteixo; Boo, en Cantabria; y Monzón, en Aragón), cifra en 111,2 millones de dólares los sobrecostes por el aumento del precio de la electricidad en todo el mundo, de los cuales 90,6 millones (unos 82,9 millones de euros) se corresponden solo a España.
«Los costes se vieron impactados [en 2021] por los mayores precios de la energía», ha revelado Beatriz García-Cos, directora financiera de Ferroglobe, en la presentación de resultados ante los inversores. «El precio de la energía ha sido extremadamente volátil», ha reconocido, por su parte, Marco Levi, consejero delegado de la compañía, que ha explicado que la cotización de al electricidad en el mercado mayorista se ha movido «desde el nivel de los 50 o 60 dólares el megavatio hora, llegando a tocar los 400 euros el megavatio«.
Estos niveles se quedan cortos respecto a los 442,5 euros que se alcanzarán este lunes como consecuencia de la invasión de Ucrania y la espiral de escalada de precios que deja en combustibles como el gas natural o la gasolina. «El desarrollo desgarrador de los acontecimientos en Ucrania durante la semana pasada está siendo monitoreado muy de cerca, ya que Rusia, Ucrania y la región más amplia de la Comunidad de Estados Independientes (CIS) son importantes para la industria del silicio, las ferroaleaciones y las aleaciones de manganeso. El conflicto ya ha tenido un impacto inmediato en el aumento de los precios del petróleo y la energía mundial. Esto tiene una implicación importante para nuestro negocio y la exposición continua que tenemos en España«, ha recalcado García-Cos.
Traslado de producción a Francia y Noruega
Y es que este nuevo foco de presión para los precios de la energía amenaza con poner aún más cuesta arriba la producción en las plantas de Ferroatlántica en España. La firma ha llegado a apagar tres de sus cuatro hornos en Boo (Cantabria) y uno de los tres de su planta de Sabón (lo ha reiniciado a comienzos de este año) para capear un temporal por los precios de la electricidad ante el que ha encontrado refugio en Noruega y Francia.
«Durante el cuatro trimestre hemos recortado temporalmente parte de nuestra capacidad en España debido a los altos costes de la energía», ha apuntado Levi, que ha añadido que parte de la carga de trabajo que debería ir para sus plantas españolas se ha ido finalmente a «Noruega y Francia».
Tras los pasos de Alcoa con los ppa
De cara a este 2022, la compañía manejaba previsiones más halagüeñas, pero el estallido de la guerra en Ucrania podría provocar un cambio de planes. «Hemos reiniciado recientemente uno de nuestros dos hornos en nuestra planta de Selma (Alabama) y contamos con capacidad inactiva en España, la cual puede ser reiniciada rápidamente», apuntaba Marco Levi.
Además, la compañía, que ha logrado reducir sus números rojos desde los 246,3 millones de euros registrados en 2020 hasta los 95,7 millones en 2021, declara estar en «búsqueda de oportunidades» para la consecución de acuerdos de suministro de electricidad a largo plazo (ppa) en España, aunque por el momento sin éxito. «Hay pequeñas oportunidades disponibles para la segunda mitad de 2022», ha indicado Levi, que sí reconoce la existencia de «más amplias oportunidades para 2023».
La compañía se abre, de esta manera, a seguir los pasos de Alcoa, que ha rubricado acuerdos con Greenalia, Endesa y Capital Energy para alimentar su planta de aluminio de San Cibrao con energía 100% renovable a partir de 2024 al abrigo de los ppa con estas tres empresas.