Así es el plan de Urbas para extraer el primer millón de toneladas de feldespato de la mina de Muras
La compañía, con cinco concesiones de explotación, prevé una ampliación progresiva de la mina, comenzando por el yacimiento de San Acisclo, con unas reservas estimadas de más de un millón de toneladas
La constructora y promotora inmobiliaria Urbas cuenta en el yacimiento lucense de Silán con cinco concesiones de explotación que, tras el ‘ok’ de la Xunta, constituirán en Muras una de las mayores minas de feldespato de Europa, con reservas de 12 millones de toneladas valoradas en 660 millones de euros, según las estimaciones realizadas por la compañía. El grupo que dirige Juan Antonio Acedo, y que comenzó su larguísima trayectoria empresarial como concesionaria de transportes en Barcelona, presentó hace tiempo al Gobierno gallego su plan de explotación para la parcela conocida como Ampliación a San Acisclo, con unas reservas vendibles de más de un millón de toneladas.
La previsión de la compañía es comenzar a extraer en esta primera concesión alrededor de 200.000 toneladas anuales de feldespato, que se incrementarán sucesivamente y podrían llegar a 500.000 mediante la puesta en explotación de otros frentes mineros y la apertura de las otras cuatro concesiones colindantes también propiedad de Urbas: Silán, San Alciso, José y Ampliación José, un total de 352 hectáreas. El presupuesto presentado a la Xunta para el primer yacimiento es de 8,2 millones. La empresa tardaría dos años en realizar el plan de restauración, una vez extraídos 1,13 millones de toneladas del subsuelo de un mineral que se emplea para la fabricación de vidrio y en la cerámica.
La concesión Ampliación a San Acisclo está en el extremo nororiental de Muras, limitando con Ourol, o Valadouro, Abadín, As Pontes, Xermade y Vilalba.
Procesar el producto para ganar rentabilidad
El proyecto remitido a la Consellería de Economía señala la posibilidad de procesar el producto para elevar la rentabilidad. “Conforme la explotación vaya aumentando y consolidándose, se pondrán en explotación los restantes filones que en su día fueron explotados, intentando incluir entonces una actuación industrial minera de conminución y refino de los materiales extraídos, en la búsqueda de una mayor rentabilidad y la consecución de un mayor valor añadido de los productos que se vendan”, señala el documento.
«Tras garantizar este crecimiento productivo y económico-extractivo, podrá proseguirse con el aprovechamiento de otros filones mineros, situados en otras de las concesiones que formaron parte de este grupo, lo cual requerirá ingentes trabajos previos de investigación geológica-minera, que desembocarán en la redacción de nuevos proyectos mineros para el aprovechamiento de los restantes recursos feldespáticos existentes en las concesiones que conformaron el grupo minero Silán”, añade.
Cuando comunicó la aprobación de la Xunta al proyecto, Urbas ya indicó que, una vez tratado y refinado, el material podría alcanzar un precio de mercado de 130 €/tonelada, lo que «garantiza la generación de caja recurrente». Tampoco ocultó su intención de «aumentar cada vez más la capacidad de procesamiento en la búsqueda de una mayor rentabilidad y la consecución de un mayor valor añadido de los productos que se vendan».
Voladuras
La planificación de Urbas establece cuatro fases. La primera sería la preparación y perforación de barrenos, retirando fragmentos rocosos y limpiando el frente antes de marcar y perforar para la ejecución de voladuras de producción. La segunda fase es la propia carga de los barrenos y la voladura. Posteriormente, la roca fragmentada resultante es cargada por medios mecánicos y conducida hasta la machacadora móvil dispuesta en la plaza de cantera, donde se procede a su primera transformación (trituración y clasificación).
«El método de explotación se basará en la ejecución de voladuras de desmonte diferenciadas, tanto en las formaciones geológicas de interés (yacimiento) como en la roca encajante, a fin de permitir una geometría de explotación adecuada, alcanzando los perfiles y cotas finales de explotación proyectadas. De forma análoga a como se efectúa para el aprovechamiento de áridos, se realizarán voladuras convencionales con explosivo, procediendo después a retirar los materiales mediante retroexcavadora o pala cargadora, hasta una machacadora móvil que se situará en las proximidades de los frentes de avance», indica el proyecto de explotación.
Balsas en cascada
La mina empleará balsas de decantación en cascada como mecanismo de protección hidráulica. Se realizarán directamente excavadas en la roca con una retroexcavadora o a través de voladuras. Según el plan de explotación «el diseño de los sistemas de balsas en cascada presenta como principal ventaja el permitir albergar en su interior el volumen de agua máximo esperado, y a su vez favorecer un mejor clarificado de las aguas residentes».
Mercado español
El destino previsible para la producción que generen las minas de Silán es el propio mercado español. La producción de feldespato asciende a unas 900.000 toneladas anuales, insuficiente para cubrir la demanda de la industria de pavimentos y revestimientos cerámicos, de unos 3,5 millones de toneladas. España importa unas 2,7 millones de toneladas de feldespato al año, procedente fundamentalmente de Turquía. De ahí que Urbas vea un salida cómoda para su producción en Lugo.
Sin embargo, la compañía manifestó que no descarta llegar a otros mercados. «Es muy previsible que la producción del yacimiento se destine al consumo nacional, aunque no se descartan otros mercados. De hecho, Urbas se encuentra ya en conversaciones avanzadas con empresas cerámicas españolas y portuguesas interesadas en la producción de Silán por su importante capacidad de suministro y los evidentes ahorros en costes de transporte al disponer de feldespato más cerca de sus fábricas y de mayor calidad, lo que fortalecerá y mejorará aún más si cabe su competitividad», dijo en un comunicado.