Arturo Dopico y MásMóvil asaltan Portugal en medio de una cruenta guerra por el 5G
Nowo, la firma que dirige Arturo Dopico, lidiará con la entrada de nuevos competidores en el mercado y con el enfrentamiento de Vodafone, Nos y MEO con el regulador
Una subasta de frecuencias que parecía interminable ha concluido con MásMóvil dando un paso de gigante en Portugal al lograr al hacerse con banda suficiente para ofrecer servicios de 4G y 5G. El objetivo está cumplido, pues el grupo que engulló a Euskaltel y R adquirió 20 MHz en banda de 1.800 y 10MHz en la de 2.600, a la que hay que sumar cuatro bloques de 10 MHz en la banda de 3,5GHz, que le permite entrar en el mercado del 5G. Sin embargo, ha sido más caro de lo previsto, pues hubo de destinar 70,17 millones para hacerse con las frecuencias.
Tras la subasta, que ha durado 10 meses, tres cosas han cambiado para MásMóvil en el mercado portugués. Por un lado, su filial Nowi, que dirige el que fuera primer ejecutivo de R durante 18 años, Arturo Dopico, tiene espectro suficiente para asaltar el mercado luso con una oferta competitiva de 4G y 5G. Por otro, el mercado portugués ya no es una batalla de tres operadores con cómodos márgenes. Además de Nowo, entran en el mercado Digi, la firma rumana que es uno de los competidores low cost de MásMóvil en España.
Digi, además de ser un animador del mercado español, tiene presencia en Italia y Hungría, aunque es Rumanía su principal mercado. El grupo logró el año pasado un ebitda de 446 millones, con un crecimiento del 7,5%. No llega solo a Portugal, pues en la subasta también se ha hecho con frecuencias la británica Dense Air, que invirtió 5,75 millones en banda de 3,5GHz.
Recursos judiciales y críticas cruzadas por la subasta
MásMóvil no solo se enfrenta a un previsible estrechamiento de márgenes por la entrada de nuevos actores, también tendrá que avanzar en el país vecino en medio de una guerra pública entre los operadores tradicionales y el propio regulador, la Autoridade Nacional de Comunicaçoes (Anacom), responsable de la organización de la subasta.
Tanto Vodafone como MEO (propiedad de la francesa Altice) y Nos criticaron directamente o a través de la patronal del sector Apritel, llegando a presentar recursos por la vía judicial por los cambios en la normativa de la subasta introducidos por Anacom.
El presidente del regulador, Joao Cadete Matos, se tomó el turno de réplica en la propia presentación de los resultados de la subasta, en la que, por cierto, los tres operadores históricos fueron también los principales postores: Nos invirtió 165 millones; Vodafone, 133 millones; y MEO, 125,2 millones.
Cadete Matos definió la estructura del sector como “oligopolista” y culpó del retraso de la subasta, ese eterno proceso que se acercaba al año de duración, a operadores como MEO y Nos que ofertaban sistemáticamente con incrementos del 1%. “El retraso de la subasta fue, sobre todo, resultado de la intención de algunos licitadores de retrasarla de manera continuada y evidente”, dijo.
Anacom incluso desveló datos como que MEO había presentado incrementos del 1% en el 96% de sus ofertas, mientras que Nos lo habría hecho en el 97%. “Si utilizasen incrementos del 20% la subasta habría acabado en 10 días”, insistió Cadete Matos, que también fue criticado desde el Gobierno luso y para el que varios operadores pidieron su dimisión.
Tras la subasta, queda pendiente la entrega de licencias por parte del regulador para que las distintas empresas puedan comenzar a implementar los servicios. “Estamos felices de que terminara la subasta, pero el retraso es responsabilidad de quien diseña las reglas, los operadores se limitan a respetarlas”, dijo la patronal del sector como respuesta a Anacom.