Arias dimite por la “confrontación permanente” de la patronal
El sociólogo considera agotado su proyecto al no lograr el consenso necesario para reformar los estatutos de la Confederación de Empresarios
Antón Arias se marcó dos retos en su llegada a la patronal. Devolver la viabilidad económica a la institución, culminando el trabajo iniciado por Antonio Dieter, y reformar los estatutos en un intento por romper con la “confrontación permanente” que reina en la Confederación de Empresarios de Galicia desde la etapa de José Manuel Fernández Alvariño..
Pero Arias acabó siendo un damnificado más de las luchas internas. El proyecto para reformar la patronal quedó en nada, no logró el consenso necesario, y el empresario no se siente capaz de sacarlo adelante. Con el proyecto “agotado”, en sus propias palabras, prefiere dejar espacio para abrir “un periodo de reflexión” en busca de consenso. Quiere que su salida sirva como catarsis.
Antón Arias, sociólogo, consideró “incomprensible” la oposición permanente a sus actuaciones de las patronales del sur, Pontevedra y Ourense. En este sentido, censuró que ni siquiera se “entrase a valorar” su propuesta de reforma, que incluía una presidencia rotatoria a petición de una de las provincias. La institución que dirige Jorge Cebreiros fue beligerante con esta iniciativa, pues la consideraba antidemocrática.
El enfrentamiento con las dos confederaciones provinciales viene ya de las polémicas elecciones que encumbraron a Arias a la presidencia. Entonces, Lugo, A Coruña y algunas sectoriales obviaron el pacto tácito de buscar un candidato de consenso.
En su salida, Arias ha considerado que existe un clima de “tensión” en la CEG y, con su salida, espera que se abra un “periodo de reflexión” para lograr “un candidato de consenso”. «Esto no es un chicle que se pueda seguir estirando permanentemente», zanjó en referencia a las luchas internas.
