La pata gallega del nuevo gigante de la perfumería: Arenal vende la mitad que Druni, pero con mejor margen
El grupo de origen lucense en manos de Sonae se fusiona con el gigante valenciano mientras los Vázquez Marzán pierden peso accionarial aunque se mantendrán en la cúpula de la entidad resultante
La Península Ibérica contará con un nuevo gigante del comercio de perfumería y cosmética fruto de la fusión entre Arenal Perfumerías y el grupo Druni. Con sede en Lugo, la primera está en manos del grupo portugués Sonae, que en 2019 se hizo con la mayoría del negocio en cuyo capital se mantiene, no obstante, la familia fundadora, los Vázquez Marzán. La otra pieza de la ecuación está pilotada por los empresarios valencianos Casp.
Mediante una joint venture en la que Sonae y los Vázquez Marzán retendrán un 50% y los Casp controlarán la otra mitad se levantará un grupo que rondará de forma conjunta los 800 millones de ingresos y más de 420 tiendas. Aunque la idea es mantener las marcas separadas, la alianza generará un grupo que, por sus números, se convertirá en uno de los gigantes del sector en España.
Dos gigantes de distinto tamaño
Los números de Arenal y de Druni son dispares. Los segundos facturan más del doble que los primeros, pero los gallegos, al menos a tenor de sus últimas cuentas, son más rentables.
Según la información remitida por Sonae al equivalente luso de la CNMV, Arenal cerró el ejercicio 2022 con unas ventas de 193 millones de euros y un ebitda de 20 millones, mientras que Druni estiró su facturación hasta los 575 millones de euros con un resultado antes de tasas, impuestos, amortizaciones y depreciaciones de 40 millones de euros. De esta forma, a pesar de la diferencia de envergadura, el margen ebitda se posiciona a favor del grupo fundado por los Vázquez Marzán, que alcanza un 10,3% frente al 6,9% del negocio de la familia Casp.
Sin deuda
A falta de que las cuentas relativas a 2022 se depositen ante el Registro Mercantil, los últimos datos comparables, los de 2021, evidencian la salud de ambas compañías. Ese ejercicio, Druni sumaba en total más de 2.500 empleados. Las cuentas consolidadas del grupo evidencian que el año después del estallido de la pandemia la compañía sumaba activos por valor de 243 millones de euros así como un patrimonio de 72 millones. En cuanto a la deuda, presentaba 11,4 millones a corto plazo y 15,8 millones a largo. Centrada en la expansión del negocio ecommerce, con el que empezó en 2015, la firma se define como “líder del mercado” en su sector.
Drumi apenas tiene deuda, pero menos aún Arenal, que a cierre de 2021 sumaba algo más de 840 empleados entre fijos y discontinuos. Los activos se elevaron hasta los 80 millones de euros, con un patrimonio neto de 36 millones. Sin deuda con entidades bancarias, ese ejercicio tan solo computaba unos créditos a corto a devolver de 2,6 millones.
El papel de los Vázquez Marzán
La joint venture que ahora nace estará participada al 50% por Sonae y la familia lucense fundadora de Arenal y al otro 50% por los Caps. El gigante luso aportará a la resultante su actual 60% en la cadena de perfumerías de origen gallego más una inversión adicional de 112 millones de euros, con lo que se hará con el 90% del paquete accionarial con los Vázquez Marzán.
Con un 40% en el capital de Arenal, los empresarios lucenses verán su participación en el grupo resultante disminuida hasta un 10%.
En la fusión semeja que la voz cantante la llevará Druni. El consejero delegado del grupo resultante será Bernardo Casp, que liderará la operación junto con su hermano José Casp. Rafal Marzán, actual consejero delegado de Arenal, se incorporará al equipo de directivo y ocupará un puesto como consejero.