La apuesta verde de Coren: plantas de cogeneración, biogás y purines
La cárnica ourensana tramita la reactivación de su planta de purines de Sarreaus en un 2020 marcado por el Covid-19 y la apertura de una planta de biogás
Coren se embarca en la transición energética. La cooperativa ourensana da un nuevo impulso a las energías verdes en un 2020 marcado por la crisis del coronavirus. Y es que la firma capitaneada por Manuel Gómez-Franqueira da un paso más en su apuesta al poner en marcha su nueva planta de biogás y ha reactivado su plan para devolver a la actividad a la única planta de purines de Galicia, situada en el concello de Sarreaus.
La firma sometió a información pública el pasado mes de abril la tramitación de la autorización ambiental integrada del Centro Tecnológico Medioambiental de Tratamiento de Residuos Ganaderos de A Limia. Esta, que en su día fue impulsada junto a Caixa Galicia tras una inversión de 22 millones de euros, tuvo que ser cerrada hace seis años debido a un cambio legislativo con el que se recortaba su retribución, pero ahora se asoma a su reapertura para volver a aprovechar una capacidad de procesado de 110.000 toneladas de residuos ganaderos al año.
En paralelo, la cárnica ourensana también hace constar en su memoria anual correspondiente al ejercicio 2019 que acaba de remitir al Mercado Alternativo de Renta Fija (MARF) que aprovechará los lodos de la depuradora de su complejo avícola para la producción de biogás. Esta planta, con la que Coren aplica la economía circular al aprovechar residuos para la generación de energía, lleva aparejada una inversión de 3,5 millones de euros y evitará la emisión de unas 5.500 toneladas de CO2 a la atmósfera cada año.
La huella de la biomasa
Estas plantas complementan a otras como la de biomasa que la compañía ya inauguró en el año 2016. Se trata de una instalación que cuenta con una caldera de vapor de 2,8 megavatios que cubre algo más de la mitad de la demanda térmica de su centro de procesado de Santa Cruz de Arrabaldo y que utiliza como fuente de energía los propios residuos orgánicos de las granjas, como es el caso de las deyecciones, las cáscaras de arroz o la paja.
Con estas plantas Coren cubre buena parte de sus necesidades energéticas, pero, además del autoconsumo, la compañía también comercializa parte de esta electricidad. Y es que según revela en su memoria anual, la firma obtiene el 12,88% de una cifra de negocio que el año pasado se elevó hasta los 1.033 millones de euros a través de la venta de productos agrícolas, los ingresos de sus tiendas de Coren Grill, la venta de harinas y grasas para la fabricación de piensos, así como por la comercialización de energía eléctrica a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).