Apple, Google, Amazon y Facebook esperan un año turbio
Los departamentos legales de las grandes tecnológicas, como Apple, Google, Amazon y Facebook, podrían estar más líados que nunca en 2018
Nunca fue más claro que en 2017: las empresas más importantes del planeta son tecnológicas. La humanidad pone una gran parte de su futuro en las manos de Apple, Google, Amazon y Facebook, al mismo tiempo que estas compañías empiezan a experimentar una presión política y social que amenaza con convertirse en la norma en 2018.
Está previsto que las empresas tecnológicas más valiosas de la economía mundial (tomando en cuenta también a Microsoft) generen 100.000 millones de dólares entre todas en 2018, incluso aunque algunos analistas señalen que Apple no va a obtener ganancias en todo el año. Según el Financial Times, entre todas crecerán un 14%.
Los departamentos financieros de las grandes tecnológicas cambiarán de ciclo con la copa en alto, celebrando un año en el que han demostrado ser más grandes y poderosas de lo que nos imaginábamos. Pero en las oficinas legales las demandas y los problemas han crecido casi exponencialmente.
Se prevé que las cinco mayores tecnológicas del mundo generen 100.000 millones de dólares en 2018
La economía de Silicon Valley goza de una cadencia vertiginosa, pero es hora de que los imperios de la tecnología revisen y depuren su papel en el marco legal y moral, bajo el entendido de que los problemas de operar a nivel global no necesariamente se solucionan con medidas globales, sino a través de procesos complejos y largos de prueba y error.
Así es el año turbio al que se enfrentan las grandes firmas tecnológicas en una era decisiva para un futuro no solo más tecnológico, sino también de mayor consciencia social.
Apple va a la olimpiada de las demandas
Tan solo en la última semana del año, Apple recibió al menos 12 demandas por ralentizar los iPhone viejos a propósito. La situación, por la que Apple se ha disculpado dos veces (aunque Tim Cook no ha dado la cara aún), probablemente abrirá un debate acerca de una práctica llamada “obsolescencia programada”, que consiste en presionar a los clientes a comprar las versiones más nuevas de los dispositivos mediante problemas intencionales como la ralentización.
Por otro lado, Apple continuará en 2018 su larga batalla contra la fabricante de chips Qualcomm, que alega que en San Cupertino no le quieren pagar las licencias que le deben por utilizar su tecnología en los modelos más recientes del iPhone. Las demandas y contrademandas se acumulan en Estados Unidos y China, y ninguna de las partes parece querer dar el brazo a torcer en el futuro próximo.
El tema es sensible para la empresa porque desde su punto de vista Qualcomm quiere cobrar más de lo debido por su propiedad intelectual, la cual se utiliza principalmente en los iPhone, su mayor negocio y uno sin el que sería capaz de seguir creciendo (otro de los problemas que Apple deberá resolver en 2018).
Los líos de privacidad de Google
Google recibió su mayor multa antimonopolio a mediados de 2017, cuando la UE le impuso una sanción de más de 2.200 millones de euros por favorecer su servicio de compras cuando los usuarios buscaban productos en su buscador. La empresa perdió varias demandas más por sus prácticas monopolistas este año, en cuenta algunas relacionadas con su software para los móviles Android.
También enfrenta demandas relacionadas a sus servicios de publicidad online, un mercado en el que Google y Facebook se dejan siempre las tajadas más grandes.Este año, una firma británica demandó a Google por compilar información de los usuarios entre junio de 2011 y febrero de 2012. La demanda dice que la empresa se aprovechó de un error en el navegador Safari de los iPhones para recolectar datos y venderlos para fines publicitarios.
El momento decisivo de Amazon
Amazon deberá decidir en 2018 dónde construir su segunda sede porque su negocio ha crecido tanto que ya no le alcanza con una. Pero tener dos sedes también es una suerte de manifiesto con respecto al siguiente paso de Amazon, que es convertirse en una empresa del “trillón de dólares” (en términos americanos). Para esto también deberá ocupar más espacios físicos, como ya empezó a hacer en los supermercados Whole Foods en EEUU y en otros mercados, con poco éxito y muchas críticas.
La empresa deberá probar que es lo suficientemente ordenada y capaz para llevar su principal negocio al máximo potencial en 2018, y gran parte de esa tarea requiere que desarrolle más espacios de almacenamiento, distribución, venta y recolección de productos. También deberá sacar el mayor provecho de sus otros servicios como el almacenamiento en la nube, las suscripciones Prime y su segmento de publicidad.
La madurez de Facebook
Facebook está pasando por un momento en el que aprendió a asumir su responsabilidad, pero en 2018 buscará desesperadamente limpiar su nombre de los males que la han acompañado en 2017. La empresa ha sido señalada por ser un canal apropiado para la divulgación de noticias falsas y la interacción con los trolls rusos, y por aprovecharse de las emociones humanas más poderosas para hacerlos adictos a la plataforma y generar o aumentar problemas de salud mental en algunos usuarios. A raíz de las críticas que ha recibido, Facebook poco a poco se ha ido echando para atrás en su inmersión en el negocio de las noticias, y en 2018 se desligará todavía más.
Hace unos años, con su servicio Facebook News, la red social se encargó de enviar cantidades absurdas de tráfico a los medios de comunicación, sin prever que eso alimentaría también el negocio de las “noticias alternativas” y que además cambiaría la experiencia en la plataforma, alejando a muchos usuarios. En 2018, el sitio se enfocará más en los contenidos de las amistades y menos en las noticias, en un intento por recuperar la fórmula que le funcionó desde el comienzo.