Amancio Ortega se queda sin desayunos en el Club Financiero Atlántico

El presidente del Club Financiero de A Coruña anuncia a los socios el cierre de la entidad que tiene al fundador de Inditex como asiduo

Instalaciones del Club Financiero Atlántico

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Solamente un movimiento de última hora lo podrá evitar. El Club Financiero Atlántico de A Coruña, testigo durante años de todo un ritual, el de los desayunos diarios de Amancio Ortega, echa el cierre. El fundador de Inditex es, desde hace más de veinte años, un incondicional de las instalaciones, a las que acude solo a desayunar e incluso en compañía de un grupo de amigos para departir en animadas tertulias antes de comenzar su jornada en Arteixo. Ortega no suele fallar a su cita, de lunes a viernes, salvo contadas excepciones.

Y es que Mariano Gómez-Ulla, el actual presidente del Club Financiero, ha comunicado a los socios el cierre de las instalaciones, y la liquidación. «Siento mucho», dice Gómez- Ulla, en su carta, «comunicarte que a pesar de los esfuerzos realizados por la junta, ha sido imposible garantizar la viabilidad y continuidad del club«. «En los próximos días el Juzgado Mercantil número dos de A Coruña procederá a declarar la apertura de la fase de liquidación y el consiguiente cese de la actividad», expone el presidente, para concluir que, «en cualquier caso, el club se verá obligado a cesar en su funcionamiento y a cerrar sus instalciones». Economía Digital adelantó la semana pasada la liquidación de la entidad.

Sin alternativas

«Sé que no son buenas noticias, pero la situación y la responsabilidad nos obligan a tomar estas decisiones», concluye Gomez-Ulla en su misiva a los socios. En marzo acaba el período de vigencia del mandato de la junta acutal. Mariano Gómez-Ulla, por estatutos, no podía seguir, ya que el cargo es para cuatro años. La despedida se produce en medio de un concurso de acreedores que ha llevado a la entidad a acabar en manos de un administrador concursal.

La posición del nuevo propietario de las instalaciones, y la renegociación del alquiler del emblemático local, han precipitado la crisis. Durante los últimos meses han surgido alternativas para hacer viable el club, que tenían a Mario Barcenilla, presidente de Arias Infraestructuras, como hombre fuerte, pero las negociaciones no llegaron a buen puerto. La entidad deja en la calle, si nada cambia, a una veintena de trabajadores. El Club Financiero Atlántico celebra el próximo 27 junta general extraordinaria, que tiene previsto certificar su defunción.

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