Amancio López: “Probablemente tengamos que cerrar áreas de hoteles por falta de personal”
El presidente de Hotusa asegura que su gran objetivo durante la pandemia fue “sobrevivir” y “mantener la dimensión del grupo”, pero el gran problema ahora es la fuga de trabajadores del sector
El hasta ahora gran pulmón de la economía española, el sector turístico, todavía no consigue dejar atrás el tsunami que supuso la pandemia por Covid-19, que cortocircuitó la actividad y puso contra las cuerdas a la gran mayoría de empresas. Por el camino se quedó Room Mate, ahora en concurso de acreedores y a la espera de formalizar su venta al fondo Angelo Gordon para poder mantener los hoteles abiertos. Hotusa recurrió a más de 100 millones en préstamos ICO y acabó consiguiendo otros dos préstamos del fondo de rescate de la SEPI de 241 millones.
El presidente del grupo hotelero, Amancio López, participó este viernes en las jornadas de O Encontro, el evento empresarial organizado por CESUGA en la Illa da Toxa, y explicó que su objetivo durante la pandemia fue doble: por un lado, sobrevivir; y, por otro, mantener la dimensión de la compañía «para evitar un desánimo que luego es difícil de remontar».
Policías en Hotusa tras el confinamiento
El empresario reivindicó sus orígenes en Chantada con estilo de jueza de Marbella, indicando que nació en «la Galicia profunda«, en un escenario de emigración y pobreza que incluso comparó con la situación actual de los subsaharianos, «aunque no es igual». «Llevo con mucho orgullo mis orígenes humildes«, dijo López, que organiza también en la isla el Foro La Toja, evento al que acuden algunas de las figuras políticas y empresariales más importantes de España.
«En un momento pensamos por primera vez que todo podía desaparecer», reconoció el presidente de Hotusa sobre los momentos que vivió en la pandemia, cuando hubo de cerrar más de 200 hoteles en 10 días. «No se había hecho nunca. No sabíamos cómo hacerlo. Cada uno procedió como Dios le dio a entender y salió bastante bien«. Aunque pasado el tiempo considera que han salido reforzados en alguna medida de la pandemia, pues «cuando superas una crisis así el compromiso, de alguna manera, aumenta», hay momentos que no se le olvidan.
«Recuerdo que, una vez pasaron los 15 días (de confinamiento) tras los que pudimos volver a trabajar, nos reunimos un grupo, una especie de comité de crisis, para ver qué íbamos a hacer. Petaron a la puerta y se presentó la Inspección de Trabajo con la Policía, supongo que por algún tema de los ERTE. Recuerdo que incluso le dije a la inspectora si era necesario presentarse con la Policía», rememoró.
«Es moralmente fácil no trabajar»
Hotusa consiguió no despedir a nadie, pero no esperaba que después de aquella crisis emergiese un nuevo problema. «No me podía imaginar que el gran problema ahora iba a ser encontrar personal. Y probablemente tengamos que cerrar establecimientos por falta de personal», dijo el empresario, aunque luego, una vez finalizado el panel en el que participó, matizó que no se refería a cerrar establecimientos sino a prescindir de algunas áreas de los hoteles.
Atribuyó esta problemática a la fuga de trabajadores del sector durante la pandemia, ante la falta de estabilidad que ofrecía. También al teletrabajo, pues los hoteles exigen una importante presencialidad. Incluso a que es «muy fácil no trabajar», consideró el presidente de Hotusa. «Es moralmente fácil, actualmente», señaló.