Amancio López: «El trabajador debe notar la presión de los objetivos para rendir»
El empresario gallego, presidente de Hotusa, augura que el 2017 será un año peor que el actual para el crecimiento de la hotelera
Amancio, gallego y empresario de éxito. No, no hablamos de Amancio Ortega, presidente de Inditex. Hablamos con ‘el otro Amancio’; Amancio López, presidente de Hotusa, la mayor compañía de hoteles asociados del mundo. La voracidad le viene en el ADN desde que fundó la cadena en 1977. «El crecimiento es una estrategia más que un objetivo, pero debe ser también una cultura, una actitud necesaria», explica a Economía Digital.
Sin expansión, llega el letargo, sostiene. «Hay que transmitir el sentimiento de querer crecer a toda la empresa», señala. «Si la espiral se corta, corres el peligro de que el equipo se acomode, se acostumbre a que no pasa nada y entres en una decadencia», añade.
Así, da su clave para alcanzar la cima: «El empleado debe notar la presión de unos objetivos para rendir al máximo, si se relaja, si se siente cómodo, entra en un estado de sopor que arrastra al resto de la organización».
La expansión empresarial
La ilusión y la ambición son los resortes que han impulsado a Hotusa hacia su expansión internacional. «El número de firmas que consiga salir fuera de nuestro país marcará el éxito empresarial español», asegura. También presidente de la patronal turística Exceltur, tiene claro por dónde empezar: Iberoamérica. «Por la cultura compartida, que facilita el entendimiento», justifica el empresario chantadino.
Además, celebra los avances de la seguridad jurídica en el cono sur. Un hecho que no se traslada a todos los puntos de la península Ibérica. Afectado por la moratoria de licencias turísticas impulsada por Ada Colau en Barcelona, desearía mayo estabilidad en la ciudad. «Todo lo que sea cambiar normas que eran impensables y suspender derechos no ayuda», lamenta.
Y es que España continúa siendo el motor que hacer girar a la hotelera. «Es nuestro principal factor de crecimiento, igual que lo fue de caída en su día», ilustra. No sólo gracias a los turistas que vienen a disfrutar del sol y playa. «El sector urbano, que había sido un desastre, remonta en la mayoría de ciudades españolas», compara. A Madrid y Barcelona las acompañan capitales secundarias como Málaga, Sevilla y Bilbao.
Parón en 2017
Sin embargo, López augura un 2017 peor que el 2016. «Intentaremos hacerlo al ritmo del 10%», señala. Un objetivo ambicioso, aunque lejos queda el 15% que sellará estos doce meses. La otra rama de Hotusa, la de los hoteles asociados, ha notado el freno de la economía en Latinoamérica y se conforma con subir un 7%. Una cifra maquillada gracias al acelerón de los últimos meses.
¿Por dónde expandirse? «Nosotros salimos de caza y depende de cómo va el día vemos con lo que volvemos», contesta. El planeta es el campo de ajedrez: «Nos sigue interesando España, crecer en América, meternos en África y hacer prospecciones en Asia y Oceanía«, desgrana.
En cambio, se muestra tímido en mercados turísticos incipientes como China o Irán. «China es un mercado muy complicado en el que si no entras con un socio local es difícil tener éxito», justifica. «Irán –que visitó con una delegación de empresarios españoles– no especialmente interesante para el turismo vacacional, aunque sí pueda serlo para el cliente de negocios», añade.
El futuro a largo plazo
El modelo de éxito que luce ahora, pero, podría no ser válido en el futuro. Por ello, Hotusa tiene en marcha una aceleradora de start ups «para intentar evolucionar el negocio hotelero». El objetivo: que la actitud ante los posibles cambios forme parte del ADN de la empresa.