Altri, Stellantis, Showa Denko, Endesa, EDP… Capital extranjero copa los proyectos para los Next Generation en Galicia
Con excepción de Reganosa, Ence, Forestal del Atlántico o Nervión, los grandes proyectos que optan a fondos europeos de reconstrucción están en manos de corporaciones foráneas
Los grandes proyectos presentados en Galicia y que optan a fondos europeos de reconstrucción se sustentan, mayoritariamente, sobre compañías con capital extranjero. Queda claro con un somero vistazo a los últimos anuncios realizados tanto por empresas como por la propia institución pública. Aunque, posiblemente, haya proyectos que, finalmente, no se lleven a cabo sin la garantía de la inyección de ayudas públicas, grandes empresas foráneas habría movilizado cerca de 3.000 millones en propuestas industriales en la comunidad.
Inversión lusa: de Altri a EDP
El principal proyecto que Galicia presentará a los fondos europeos y para el que la Xunta busca un encaje vía PERTE es el de la gran planta de fibras textiles en Palas de Rei, en Lugo. Aunque, previsiblemente, contará con socios gallegos (unos de los mismos son los dueños de Greenalia), el proyecto está liderado por la pastera lusa Altri. La firma, que cotiza en la bolsa de Lisboa, acaba de cerrar su primer trimestre fiscal con 249,2 millones en ingresos, un incremento del 46,5% respecto al mismo periodo del año anterior. El beneficio neto fue de 29,8 millones, un 144,8% más. En una reciente presentación ante inversores, la firma precisó que espera que las ayudas procedentes de Bruselas cubran el 25% de la inversión en Galicia, entre 175 y 200 millones de euros.
La inversión lusa se disparará en la comunidad de salir adelante los proyectos con capital vecino que optan a los fondos europeos. La energética EDP es la socia de Reganosa, el grupo dueño de la regasificadora de Mugardos, en su gran plan de hidrógeno verde para la zona de Ferrolterra. El mismo tiene un presupuesto conjunto de 780 millones de euros y se sostiene sobre tres patas, siendo la principal una planta de hidrógeno que se alimentaría mediante la energía generada por cuatro parques eólicos de 270 megavatios y una central hidroeléctrica reversible de 570 MW, que emplearía como depósito inferior el propio lago de As Pontes y, como superior, un embalse de nueva construcción.
La alianza empresarial ya ha presentado el proyecto de la planta de hidrógeno, que cuenta con una inversión de 165 millones (55 de forma inicial). El mismo ha recibido la bendición de la Xunta de Galicia que ha indicado que lo tramitará con la calificación de “industrial estratégico”, lo que agilizará los plazos y facilitará su tramitación.
Endesa, la dueña de la térmica de As Pontes, también tiene un proyecto de similares características con el que espera captar fondos europeos (hay que tener en cuenta que, en estos momentos, no se sabe si, finalmente, tendrá que volver a quemar carbón ante la amenaza de disrupciones en el suministro de gas este invierno). El proyecto, anunciado hace más de un año, tiene un presupuesto de 780 millones de euros y contempla la creación de una planta de hidrógeno verde a la que surtirían seis parques eólicos con una potencia de 600 MW.
La compañía de José Bogas cotiza en la bolsa española pero desde 2009 el control exclusivo de su capital lo tiene la italiana Enel, cuyo mayor accionista individual es precisamente el Estado del país europeo.
Capital chino y japonés
Recientemente, la Xunta anunció que había preseleccionado 36 propuestas presentadas por grandes empresas que podrán optar, junto a pymes, al reparto de los fondos de Transición Justa para A Coruña y Ferrolterra dotados (en inicio) con 111 millones de euros. En esa lista se encuentra el proyecto de una fábrica de neumáticos que se ubicará en As Pontes.
Con un presupuesto que sobrepasa los 520 millones de euros, el promotor es la firma china Sentury Tire, una compañía que cotiza en la bolsa de Shenzen y que está detrás de marcas como Landsail o Davanti Tyres. Hasta ahora no había acometido ninguna inversión en España. De todos los proyectos que hasta el momento se han presentado, este es de los pocos cuyos impulsores ya han indicado que pueden asumir de forma completa la inversión.
Otro de los proyectos industriales señalados por la Xunta de Alfonso Rueda es el de la japonesa Showa Denko, que pretende levantar en A Coruña (previsiblemente en los terrenos de la antigua Alu Ibérica) una factoría de ánodos de grafito que podría ser determinante para el sector del vehículo eléctrico. De salir adelante, contaría con un presupuesto astronómico: una inversión inicial de 100 millones de euros que podrían llegar a los 400 para un nuevo activo de unos 200.000 metros cuadrados.
Con una factoría ya en A Coruña, Showa Denko es una multinacional japonesa que España opera bajo la sociedad Showa Denko Carbon Spain. El pasado año, logró disparar su beneficio neto hasta los 15 millones de euros tras anotarse unas pérdidas de 71 el año de la pandemia.
PSA y la automoción
La última de las grandes compañías con capital foráneo que pretende conseguir fondos europeos con proyectos en Galicia es el gigante Stellantis, el dueño de la antigua fábrica de PSA en Vigo, cuya sede ahora se encuentra en Ámsterdam.
En un inicio, la intención de Stellantis era que la planta de Vigo, junto con la de Madrid, optase dentro del PERTE del vehículo eléctrico a unos 43 millones de euros. No obstante, el principal problema radica en que los plazos que plantea este plan estratégico del Gobierno no encajan con los que la empresa ha previsto, siendo sus proyectos más de largo recorrido
De Forestal a Ence
Los proyectos de capital gallego y español que se han ido presentado hasta el momento y que optan a fondos de reconstrucción tienen un saldo menor. Destaca entre ellos el de Forestal del Atlántico, propiedad de la familia Tojeiro, que plantea la creación de la primera fábrica de metanol verde con su proyecto Triskelion, con un presupuesto de unos 100 millones de euros. El proyecto de Mugardos ya ha captado fondos comunitarios a través del Banco Europeo de Inversiones, pero también podría optar a los Next Generation.
También Ence plantea la creación de una planta de papel tisú en As Pontes, que contaría con una inversión estimada en 350 millones de euros.
La planta de palas de eólica marina en el puerto de Ferrol de Nervion o las experiencias con hidrógeno verde de Navantia en alianza con Repsol también podrían ser merecedoras de los fondos europeos.