Altri dispara un 145% sus beneficios en el año clave para su desembarco en Galicia
La pastera portuguesa, que lidera el principal proyecto de Galicia a los fondos Next Generation, gana 30 millones en tres meses y eleva un 46% sus ingresos gracias al aumento de los precios
José Soares Pina, consejero delegado de Altri / Altri
Altri decidirá a finales de año si lleva a cabo la inversión para construir una gran planta de fibras textiles en Palas de Rei (Lugo) y todo apunta a que llegará a la fecha con buena salud financiera. La compañía lusa está aprovechando el incremento de precios de la pasta de papel para impulsar sus números, que han progresado en el primer trimestre del ejercicio tanto en los ingresos como en la rentabilidad del negocio.
La pastera cerró los tres primeros meses del año con 249,2 millones en ingresos, un incremento del 46,5% respecto al mismo periodo del año anterior. Al final de marzo, el precio de la pasta BHKP marcaba su nivel más alto en Europa en al menos los últimos seis años, sin que en el horizonte se adivinase un frenazo en la escalada. El aumento de los precios, además de mejorar los resultados de Altri, le ha permitido progresar en bolsa, anotándose una revalorización de casi un 10% en lo que va de año.
El ebitda de la compañía se situó en los 61 millones, un 85,6% más que a cierre de marzo de 2021, mientras que los beneficios alcanzaron los 29,8 millones, un 144,8% más. La mejora en la rentabilidad no solo habla de la escalada de precios sino también de la eficacia de la empresa para contener costes cuando arrecia la inflación.
Altri también logró reducir su deuda. A finales del primer trimestre se situaba en los 303 millones, 40 millones menos que en marzo del año pasado. La pastera tenía en caja 245 millones, aproximadamente la tercera parte de lo que planea invertir en Galicia para la fábrica de fibras textiles, entre 700 y 800 millones.
La inflación y Ucrania, las amenazas
Además de reafirmar su compromiso con el proyecto de Galicia, el informe de resultados de Altri describe un mercado con fuerte demanda y baja disponibilidad del producto, «visible por los niveles históricamente bajos de stock en los puertos europeos», lo que ha propiciado dos aumentos de precio más en abril y mayo.
«La oferta continúa estando influenciada por las restricciones logísticas globales, a las que se sumaron desafíos adicionales provocados por el conflicto en Ucrania y las consiguientes dificultades en varias cadenas de valor», explica la compañía. Además, señala el reto que supone la inflación, con incrementos de costes en el gas natural y los químicos y una mayor importación de madera que acaba por elevar los costes de producción por tonelada.
