Alibérico, de González Soler, el ‘pretendiente’ más rentable de Alcoa

De las empresas del mundo del aluminio que se interesaron en el pasado por la factorías del Alcoa, la de González Soler es la que presenta mejores números

Clemente González Soler, empresario gallego y presidente de Grupo Alibérico. EFE (Víctor Lerena)

Clemente González Soler, empresario gallego y presidente de Grupo Alibérico. EFE (Víctor Lerena)

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Alcoa, la multinacional americana que pretende aplicar un ERE a los 534 trabajadores de la factoría de aluminio primario de San Cibrao (Lugo), retomará la próxima semana las negociones con el comité de empresa. La última vez, la cita quedó anulada debido a las restricciones a la movilidad en la comarca de A Mariña por un rebrote de Covid-19. Los próximos encuentros han sido fijados para el lunes 20 de julio, el miércoles 22 y el jueves 23. En principio, el plazo formal de las consultas del ERE terminará el viernes de la semana que viene, si bien la Xunta ya indicó la disposición que había trasladado la empresa a abrir la puerta a ampliar el periodo de negociación. A pesar de este dato, por lo menos de momento, la multinacional es reacia tanto a paralizar el proceso iniciado como a valorar la posibilidad de la venta de la planta, asegurando que, en las condiciones actuales, no es productiva. Y todo esto, a pesar de que el secretario general de Industrial, Raül Blanco, aseguró al comité de empresa, según el mismo, que existe un inversor industrial «ligado al sector del aluminio» que está interesado en la factoría. Todas las miradas están puestas en Alibérico, el grupo del empresario gallego Clemente González Soler que se dedica a productos semitransformados de aluminio y al que, según desveló el propio presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, «le tira ayudar a su tierra» ante la situación de Alcoa.

De momento, y más allá de los anuncios hechos por el Ministerio de Industria de Reyes Maroto, nada se sabe de los inversores supuestamente interesados en Alcoa. Lo que sí parece claro es que Alibérico es uno de los ‘pretendientes’ de Alcoa más solventes, especialmente si se comparan sus números y su situación con los de las compañías «ligadas al sector del aluminio» que en 2019 se interesaron por las fábricas de la compañía americana en A Coruña y Avilés (que finalmente fueron traspasadas, con el plácet del Gobierno, que tuteló el proceso, al fondo Parter). Alibérico mostró su interés, pero no llegó a participar en la puja.

Beneficios millonarios

No obstante, sus números son contundentes. Las últimas cuentas presentadas, las correspondientes a 2018, arrojan un resultado neto consolidado de 8,6 millones de euros (8,5 millones un año antes), mientras que la cifra de negocio rozó los 180 millones de euros. Su cash flow operativo (resultado antes de impuestos más amortizaciones) fue de 15,1 millones de euros «siendo reinvertido en cada una de las empresas del grupo, en proyectos de investigación y desarrollo de nuevos productos, nuevas aplicaciones aplicaciones y en la apertura de mercados internacionales».

Ese año, explica en su cuenta de resultados, el 54% de la cifra de negocio corresponde a exportaciones a 81 países de los cinco continentes. También en su memoria especifica que está dispuesta a seguir ampliando su negocio y que estudiará las oportunidades de negocio que se le presenten.

Aludium entra en pérdidas

En 2016, Alibérico ya intentó hacerse con las tres plantas con las que Alcoa contaba en la península en ese momento, la de San Cibrao, pero también las de A Coruña y Avilés. El órdago fracasó, pero iba de la mano para conseguirlo con Atlas Holding, fondo americano dueño de Aludium, fabricante español de aluminio en rollo que se hizo con las fábricas de Alcoa en Amorebieta y Alicante, además de una en Francia. Con sede en Vizcaya, Aludium Transformación de Productos, cerró el 2018 (las cuentas del año 2019 aún no están depositadas) en números rojos. Según los datos del Registro Mercantil, perdió 12,5 millones de euros, lastrada en gran medida por las inversiones acometidas en los últimos ejercicios y, al igual que defiende Alcoa, por los precios del aluminio. La facturación, no obstante, fue de 559 millones de euros. En el año 2016 logró unos beneficios de 36,9 millones de euros, que un año después se redujeron hasta los 2,8 millones de euros.

La compañía destaca en su memoria anual que la causa de las pérdidas se debe a una conjunción de factores: «El mayor coste de producción de la fábrica de Amorebieta, los mayores costes de la materia prima y un menor precio de venta». «Los costes de producción aumentaron debido a los gastos de mantenimiento no planificados y al aumento del precio de la energía. El volumen de ventas brutas en general aumentó en relación al año anterior, pero el precio de las mismas disminuyó principalmente como resultado de una menor demanda de productos de brillo», explica, para indicar que, no obstante, la situación fue compensada con las ventas al mercado estadounidense

Parter, Riesgo y Liberty House

El pasado año más empresas y fondos optaron a hacerse con las fábricas de Alcoa en A Coruña y Avilés. El fondo suizo Parter acabó haciéndose con las dos, pero la posibilidad de un interés por San Cibrao queda completamente descartada. En primer lugar, porque vendió la mayoría accionarial de ambas plantas a Grupo Inversor Riesgo ante las dificultadas que supuestamente le generaban. En segundo, porque que esa decisión derivó en que Alcoa paralizase los pagos compensatorios acordados en el traspaso, al entender que el fondo estaba incumpliendo los acuerdos acordados. Parter vendió la mayoría de las plantas a Riesgo, un conglomerado empresarial que también quiso optar a la puja de 2019, pero que, ahora, despierta los recelos del Ministerio de Industria debido a su gestión en Alu Ibérica.

Liberty House Group fue en el pasado otro de los grandes grupos interesados en Alcoa. Se trata de una multinacional especializada en la transformación de acero, aluminio y en el reciclaje de metales que emplea a 10.000 personas en todo el mundo. Eso sí, hay que tener en cuenta que el fondo ha culminado recientemente la compra de activos en Europa a ArcelorMittal por un valor de 740 millones de euros.

De Quantum a Cunext

Otro fondo, en este caso Quantum Capital, también se interesó por las plantas de Alcoa. Se trata de un fondo radicado en Munich que en su momento posó la mirada en la planta de Vestas en León, aunque acabó perdiendo la puja frente a Network Steel. El fondo cuenta con una presencia destacada en España, pero, eso sí, en sectores que poco tienen que ver con el aluminio (y el Gobierno indicó que el inversor interesado sí pertenece al sector).

El último de los grandes grupos que en el pasado mostró interés por Alcoa es el andaluz Cunext. Se trata de un holding especializado en la transformación de cobre, aunque en los últimos años ha irrumpido con fuerza en el sector del aluminio. En 2015 la compañía ya adquirió ECN Cable Group a General Electric, evitando su cierre definitivo. El pasado año se cayó de la puja por los activos de Alcoa al solo mostrar interés por la factoría de Avilés. Se trata de la sociedad cordobesa que más factura. Cunext Copper Industries registró ingresos en 2018 por casi 1.300 millones de euros. Aunque se trata de un grupo potente, que destaca entre los más grandes de Andalucía, su beneficio ese año de, un millón de euros, es menor al logrado por Alibérico.

Con todo, habrá que esperar para saber si, finalmente, Alcoa se aviene a una venta y si, como parece, la compañía de González Soler u otras apuestan por hacerse con San Cibrao.

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