Alemania veta a EY, auditora de cuatro de las cinco mayores empresas de Galicia
El supervisor alemán sanciona a la auditora por la quiebra de Wirecard con dos años sin asumir trabajos con cotizadas cuando en Galicia acaba de hacerse con las empresas de Amancio Ortega
Ernst&Young (EY), una de las cuatro big four, ha dado un traspiés en Alemania. El supervisor de auditorías, APAS, ha sancionado a la firma por la quiebra de Wirecard, prohibiéndole aceptar trabajos con cotizadas durante dos años. La empresa de pagos electrónicos colapsó en 2020 tras desvelar un agujero financiero de 1.900 millones. EY, encargada de chequear sus números, dio el visto bueno a las cuentas sin alertar del problema. Ahora, APAS considera que la auditora y varios de sus profesionales, que habían chequeado Wirecard entre 2016 y 2018, incumplieron con sus deberes profesionales.
La sanción, que conlleva también una multa de 500.000 euros, según avanzó Financial Times, ahonda en las dificultades que atraviesa la auditora en Alemania desde la caída del grupo de servicios financieros. Desde el escándalo ha perdido clientes relevantes como DWS (Deutsche Bank) o Comerzbank, que anunció una demanda de 200 millones contra la consultora por las pérdidas sufridas con la caída de Wirecard. Precisamente, la posibilidad de un conflicto de interés ante demandas indemnizatorias contra EY de los afectados por el derrumbe de Wirecard está propiciando la fuga de empresas.
La auditora del universo Inditex
Esta situación contrasta con el salto que ha dado EY en Galicia, donde tiene como responsable del área fiscal a la exconselleira de Facenda Marta Fernández Currás. La auditora comenzó a trabajar el año pasado con las sociedades de Amancio Ortega, tanto las que integran el Grupo Inditex como con las vinculadas al holding familiar, Pontegadea. En ambos casos reemplazó a Deloitte, que llevaba una década revisando los números de la multinacional gallega. Deloitte se mantiene en Rosp Corunna, el grupo de Sandra Ortega, hija del dueño de Zara y de Rosalía Mera.
La irrupción en el universo de Inditex hace que EY se encargue de chequear los números de cuatro de las cinco mayores empresas de Galicia. Además de Inditex y Pontegadea, ya analizaba previamente los balances de Gadisa y de Peugeot Citröen Automóviles España, la filial de Stellantis que, a comienzos de este año, se integró en un nuevo grupo con domicilio en Vigo: Stellantis España.
Inditex facturó más de 27.000 millones en 2021; Pontegadea, el holding de Amancio Ortega, alcanzó los 28.000 millones al consolidar los ingresos correspondientes al 50% que controla de la multinacional textil, algo que no sucede con Rosp Corunna al tener solamente un 5%; la filial de Stellantis superó los 7.000 millones; mientras que Gadisa, que integra también su participación en Reganosa y su división maderera, acarició los 1.500 millones. En este grupo solo se colaría Metalúrgica Galaica, la comercializadora de Megasa, que se situó en 2021 como la cuarta mayor empresa con cerca de 1.600 millones en ingresos. La compañía de la familia Freire consolida en Bipadosa, una sociedad domiciliada en Madrid.
Salvo Metalúrgica Galaica, auditada por Deloitte, el resto de grandes empresas han confiado sus números a EY. El caso más reciente fue el de Pontegadea, que nombró a la auditora en diciembre del año pasado. Inditex lo hizo en octubre, aunque lo anunció meses antes. Además de estas, EY también revisa las cuentas de Inveravante, el grupo de la familia Jove, y de Impulsa, la sociedad público-privada que gestiona los proyectos tractores de Galicia a los fondos europeos.
Batalla judicial y administrativa en Alemania
Los buenos tiempos en Galicia contrastan con la batalla alemana. EY puede recurrir la sanción por el caso Wirecard para evitar el veto de dos años impuesto por el supervisor, que depende de la Oficina Federal para Controles Económicos y de Exportaciones (BAFA). En caso de no ser estimado, todavía podría acudir a los tribunales.
Precisamente, en sede judicial continúa el proceso penal contra el expresidente de Wirecard Markus Braun. Aunque el juicio investiga la culpa que tuvo el exdirectivo en la manipulación de balances, el mismo puede salpicar a EY, desvelando comportamientos indebidos o mala praxis de la consultora y sus empleados.