Alcoa quiere negociar un ERTE y parar las cubas a partir del lunes
Si fracasa la negociación con Liberty, la multinacional planteará un ERTE a los trabajadores y el cierre ordenado de las cubas de electrolisis
Una vuelta atrás de dos meses. Eso es lo que planteará Alcoa a los trabajadores de la planta de San Cibrao si las negociaciones con Liberty House, el grupo que pretende comprar la factoría y que cuenta con el respaldo de la plantilla, no llegan a buen puerto este fin de semana. El plazo acordado para alcanzar un acuerdo vence este domingo y, por el momento, las posturas siguen alejadas.
La multinacional norteamericana convocó este lunes a los sindicatos en Madrid para, en caso de que las conversaciones no fructifiquen, proceder a la reunión que debería servir, con el calendario en la mano, para cerrar el periodo de consultas del ERE y proceder a los despidos.
Sin embargo, fuentes de la compañía apuntan a que será un encuentro “preliminar” de cara a pactar un ERTE en la factoría de A Mariña. Mantiene, por tanto, la oferta que planteó a principios de agosto de sustituir los despidos por un expediente temporal, que entonces se planteó para un máximo de 534 trabajadores y por un plazo de dos años. En ese periodo, decía entonces Alcoa, iniciaría un proceso de venta de nueve meses.
Parar las cubas, la línea roja de Liberty
La prioridad de la compañía si no vende a Liberty pasa por cerrar de manera ordenada las cubas de electrolisis de San Cibrao, lo que también plantearía el próximo lunes. Alcoa asegura desde hace tiempo que pierde un millón de euros a la semana en la fábrica y que le urge frenar la sangría.
Este es un punto clave, pues Liberty House aseguró que solo negociaría con las cubas activas, lo que da a entender que hay pocas posibilidades de que las conversaciones con el grupo de Sanjeev Gupta se prolonguen más allá del domingo si no hay acuerdo o un avance muy significativo.
En la última propuesta de Alcoa, antes de iniciar la negociación con Liberty, se comprometía a reactivar las cubas hibernadas si encontraba un comprador, lo que conllevaría un desembolso importante, de unos 40 millones de euros. La plantilla se opuso frontalmente a este plan y apostó por la venta a Liberty. Todavía hoy continúan presionando con fuerza, también la Xunta y el Ministerio de Transición Ecológica, para que la operación cuaje.
La clave del aluminio es la alúmina
Alcoa consideró esta semana “poco realista” pensar que se pudiera llegar a un entendimiento antes del lunes. Uno de los principales obstáculos que presenta la negociación es que Liberty pretende garantizarse el suministro de alúmina de la planta de la multinacional contigua a la de aluminio por un periodo de 20 años, lo que Alcoa considera fuera de las prácticas del mercado. Las conversaciones continúan este viernes y todo apunta a que seguirán hasta el domingo.