Alcoa potencia la fábrica de alúmina mientras cierra el aluminio
El grupo Alcoa destaca que la refinería de San Cibrao y sus fundiciones en Islandia y Noruega han recibido la certificación ASI de fabricación sostenible
A nivel mundial, Alcoa saca pecho de los reconocimientos que recibe el complejo industrial de San Cibrao, a pesar de estar inmerso en una profunda crisis debido a las intenciones de la compañía americana de poner fin a la actividad de producción de aluminio primario. En una nota de prensa, Alcoa Corporation destaca que tanto la refinería de alúmina de San Cibrao como las fundiciones que tiene en Fjarðaál, Islandia, y en Lista, en Noruega, acaban de recibir las certificaciones favorables de Aluminium Stewardship Initiative (ASI). Se trata de un importante reconocimiento dentro del sector aluminero ya que es el «sistema más completo para la validación de procesos de fabricación sostenibles».
El ASI explica que el pasado año, la fundición de aluminio de Alcoa en San Cibrao, sobre la que ahora pesa la amenaza del ERE, ya recibió este certificado, que ahora se extiende a las actividades de refinación de la alúmina. Este último negocio no está amenazado por ningún ajuste laboral.
Felicitación a los empleados
“Alcoa tiene una prioridad estratégica para avanzar de manera sostenible, que incluye resultados financieros, ambientales y sociales, y nuestro progreso hacia la validación de la producción responsable es un reflejo de nuestro compromiso”, dijo Rosa García Piñeiro, vicepresidenta de Sostenibilidad de Alcoa. «Felicitamos a nuestros empleados en estas ubicaciones europeas por su trabajo para obtener esta certificación y operar con excelencia», indica la directiva, según la nota de prensa remitida por Alcoa.
Fiona Solomon, directora ejecutiva de ASI, dijo: “Felicitamos a Alcoa por estas tres certificaciones de estándares de rendimiento de ASI en Europa. Las nuevas certificaciones, combinadas con las Certificaciones de Estándar de Desempeño y de Estándar de Cadena de Custodia ya logradas en otros sitios de Alcoa, no solo son una validación adicional de los esfuerzos de toda la compañía para implementar prácticas responsables a lo largo de la cadena de valor, sino que también demuestran el fuerte y continuo apoyo de la compañía a los estándares de este organismo»