Alcoa multiplica sus pérdidas en San Cibrao: cinco millones a la semana

La multinacional norteamericana, que ha propuesto parar las cubas de electrolisis durante dos años, perdió 120 millones en los últimos tres años, pero la huelga y la crisis energética están multiplicando los números rojos

Alcoa

Imagen de archivo de movilizaciones de los sindicatos y trabajadores de Alcoa-San Cibrao

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Alcoa sigue acumulando números rojos en su planta de aluminio de San Cibrao. La multinacional, según sus propios datos, está perdiendo cinco millones a la semana en las instalaciones lucenses debido al incremento de los costes energéticos. Aunque la fábrica ha encadenado ya varios ejercicios con resultados negativos, dejándose 120 millones entre 2018 y 2020, las pérdidas se han multiplicado sobre todo por el coste de la energía, aunque por la huelga que mantiene la plantilla, de manera que el incremento de precio del aluminio no permite compensar el mayor gasto en su producción.

Según fuentes de Alcoa, en el mes de noviembre acabó con números rojos de 20 millones. Esta cifra supera con mucho el ritmo de los anteriores ejercicios, que arrojarían una media de 40 millones por año. Fue a finales de ese mismo mes de noviembre cuando la compañía lanzó una propuesta a los trabajadores para apagar las cubas de electrolisis durante dos años y mantener solamente la fundición. A cambio, se comprometerían a no realizar ningún despido colectivo durante cuatro años, reactivar las cubas en 2024 y buscar acuerdos de suministro de energía “mínimamente competitivos”.

La plantilla todavía no ha dado respuesta. Lleva muchos meses peleando para frenar el plan de Alcoa de parar las cubas y ejecutar un ERE para más de 500 operarios, algo que consiguieron por la vía judicial. Ante la nueva propuesta, el comité advirtió que no se olvida de la industria auxiliar, que perdería la actividad y no dispondría de los permisos retribuidos que ofrece la multinacional. También solicitó un plan industrial con inversiones y un marco energético que garanticen la continuidad de la planta a largo plazo.

Parones en Europa

Precisamente, poco después de la propuesta de Alcoa transcendía el parón en otra fábrica europea, en este caso, la de KAP en Montenegro, la mayor del país. Operada por la empresa Uniprom, dejará su actividad coincidiendo con la finalización de su contrato de suministro, al no poder asumir el incremento de coste que supondría renovarlo. 

La solución que esperan los 500 trabajadores de la fábrica es que la eléctrica EPCG y Uniprom lleguen a un acuerdo a última hora que permita continuar produciendo, según explicó Mina Business. La oferta actual supondría más del doble de gasto en energía respecto al último ejercicio. La empresa considera que sería inviable la rentabilidad y pide que los precios eléctricos estén vinculados a la evolución de los precios del aluminio.

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