Alcoa gana en un mes en bolsa 20 veces más de lo que invertirá en San Cibrao
Alcoa transita estos días por sus máximos históricos en bolsa, superando los 60 euros por acción que llegó a marcar en 2018 y que no volvió a alcanzar hasta casi cuatro años después, con la entrada en 2022. Los títulos de la multinacional se sitúan próximos a los 62 dólares tras revalorizarse un 30% en poco más de un mes. La capitalización de la compañía en Nueva York pasó de los 9.130 millones que marcaba el 10 de diciembre a los 11.500 millones del 10 de enero, un crecimiento de 2.370 millones.
El grupo con sede en Pittsburgh vivió su momento más dulce sobre el parqué al mismo tiempo que solucionaba su embrollo en Galicia, en la última planta de aluminio que mantiene en el Estado español. El beneplácito de los trabajadores de la factoría de San Cibrao (Lugo) al plan de Alcoa para parar las cubas de electrolisis dos años puso el broche de oro a la Nochevieja de Roy Harvey, que cerró un año casi redondo al frente de la aluminera: récord en bolsa, récord de ingresos en el tercer trimestre y electrolisis apagada en Lugo.
Los números de San Cibrao y los de Pittsburgh
Los números cuadran en los despachos de Estados Unidos. El compromiso con la planta de A Mariña asciende a una inversión de 103 millones de dólares, de los que 35 millones se destinarán a reactivar las cubas. En los últimos 30 días, la compañía se ha revalorizado en bolsa 20 veces más que esa cuantía.
Según comunicó la propia multinacional al mercado, la previsión para este ejercicio en la factoría lucense es registrar unas pérdidas de entre 20 y 25 millones de dólares, la tercera parte de los números rojos de 2021. Para completar la fiesta, el compromiso de mantener a la plantilla y de hacer inversiones en la fábrica le dará acceso a ayudas públicas como las compensaciones por emisiones de CO2, incluso a los fondos europeos y las subvenciones a la inversión productiva, según anunció la ministra de Industria, Reyes Maroto.
¿Por qué se disparó Alcoa en bolsa?
Alcoa tenía dos ventajas para su éxito bursátil: lleva poco tiempo en el parqué debido a la segregación en dos compañías que realizó en 2016, y la mayor parte de él estuvo sumida en una profunda crisis, que la llevó a cotizar por debajo de los 6 dólares por acción. La recuperación fue contundente en 2021, ejercicio en el que triplicó su valor. Un cambio en el mercado, con la reducción de producción en Asia y el consecuente incremento continuado en los precios del aluminio, allanó el camino a la multinacional.
Fitch mejoró en diciembre el rating del grupo alegando que tiene un bajo nivel de endeudamiento –1.800 millones frente a los 1.450 millones de caja que presentó a cierre del tercer trimestre–. La agencia de calificación prevé que los precios del aluminio se mantengan hasta 2024, cuando empezarán a “moderarse”; y que China continúe importando aluminio debido al proceso de descarbonización. Esto supone un cambio sustancial respecto a la sobreproducción de años anteriores que inundaba los mercados de producto a bajo precio.
Fitch también valoró la estructura de costes de producción de Alcoa y el ordenamiento de las pensiones a los trabajadores estadounidenses, donde el déficit pasó de los 1.500 millones a cierre de 2020 a 600 millones seis meses después.
En ese mismo mes de diciembre, con Alcoa escalando a su techo en bolsa, Jefferies elevó las previsiones de la multinacional, pronunciándose en términos similares a los de Fitch. La firma subió la estimación del precio del aluminio para este ejercicio debido a la baja producción de China y alabó tanto la vocación de la compañía por repartir dividendos como su estrategia para diversificarse en productos como la alúmina de alta pureza, que se utiliza en los coches eléctricos.